Las organizaciones Voto Joven y Súmate denunciaron que la actualización del registro electoral, que fue el primer acto de contacto directo, tuvo deficiencias en los protocolos de bioseguridad para evitar la propagación del COVID-19.
Dayimar Ayala Altuve
Mientras que más de 60 países en todo el mundo han decidido suspender elecciones de todo tipo por la pandemia y el riesgo sanitario que implica, Venezuela es uno de los que sí las hará. Mientras que el Consejo Nacional Electoral (CNE) afirma que está cumpliendo con todos los protocolos necesarios, la International Foundation For Electoral Systems y la Organización de Estados Americanos (OEA) publicaron las normativas internacionales que deberían regir las elecciones en una situación atípica como la que atraviesa el mundo.
La comisión que nombró el CNE y los poderes del Estado para hacer seguimiento a los protocolos y desarrollo de la pandemia en el país no ha sido lo suficientemente clara sobre cuáles son las normas que están previendo ni el incremento en los costos para incorporar la bioseguridad en todos los pasos del cronograma. En la actualización del Registro Electoral, que además fue el primer acto que involucraba contacto directo, fue deficiente el protocolo de desinfección, el distanciamiento social, faltaron implementos de bioseguridad, como guantes y máscaras completas, y en algunos estados hasta el alcohol y gel antibacterial, según consignación y denuncia de las organizaciones Voto Joven y Súmate al cierre de la jornada de registro.
Desde el #GuachimánElectoral hicimos un compilado de cuáles son las normas internacionales que debe cumplir el Estado venezolano para garantizar no solo el cumplimiento político, sino que quienes participen en él no sean un número más en las estadísticas del COVID-19.
- Sobre los materiales electorales: se debe revisar el diseño de los materiales electorales a fin de encontrar soluciones para aquellos objetos que, en condiciones normales, implican contacto físico o traspaso de objetos. Por ejemplo: prescindir de la tinta indeleble; confección de mamparas de acrílico para distanciar a los ciudadanos de los miembros de mesa; disponer de suficientes bolígrafos para que puedan ser desinfectados regularmente; kits sanitarios con máscaras, alcohol en gel, desinfectantes con alcohol, jabón, toallas y bolsas para residuos.
- Rediseñar las actividades electorales y adaptarlas con un enfoque que preserve la salud de los ciudadanos: evitar ambientes cerrados o que cuenten con poca ventilación; instalar señalizaciones para que los votantes mantengan el distanciamiento social; hacer infografías y dar suficiente difusión a través de los medios de comunicación a las medidas sanitarias; capacitación adicional para que se atiendan las medidas sanitarias; establecer jornadas fraccionadas para el personal que estará en las mesas de votación e incluso incorporar una franja horaria para que voten las personas consideradas población de riesgo: ancianos, personas con enfermedades crónicas y embarazadas; incluir disposiciones sanitarias en la capacitación de todos los involucrados; aumentar los centros de votación que cuenten con los requerimientos de ventilación y espacio y, principalmente, evaluar el riesgo en todo el ámbito nacional.
- Definir perfiles de personas habilitadas para el proceso; básicamente no deben exponer a otros: esto implica que quienes tienen responsabilidades en todo el proceso (antes de las elecciones, el día de las elecciones y en el repliegue del personal) no padezcan COVID-19, no hayan tenido contacto con personas infectadas por el virus, no presenten síntomas afines al coronavirus y no sean población vulnerable; aplicar los protocolos de desinfección en todos los ámbitos, considerando que hay personas involucradas en todos los procesos, y por tanto, riesgo de contagio.
- Para el día “D”: tanto la International Foundation For Electoral Systems y la Organización de Estados Americanos sugieren que se definan bloques horarios para la votación; evitar la circulación innecesaria de la población en las calles (operaciones a la caza del voto); alertar a la población a que no acuda en masas ni en grandes grupos a los centros de votación; desinfección constante de los espacios y superficies; reducir la representación de partidos dentro de las instalaciones; señalar y organizar el desplazamiento dentro de las instalaciones de los centros electorales; exigir el uso de tapabocas para todos los electores; procurar y proveer la higiene de manos a la salida y la entrada al centro electoral; definir una capacidad máxima de asistentes al acto de votación; definir protocolos que cumplan con requerimientos sanitarios para el voto asistido; asignar un responsable de que se cumplan los protocolos epidemiológicos por cada mesa electoral; y en la medida de lo posible, diferenciar accesos de ingreso y de salida de los votantes.
- El asterisco en el voto automatizado: parte de las recomendaciones, sugerencias y propuestas de los organismos internacionales es que los países, como Venezuela, que tienen un sistema de votación automatizado consideren que tocar una pantalla o identificar a la gente con un sistema biométrico implica un riesgo importante de contagio. Por ello sugieren: usar películas adhesivas por cada votante, desinfección de cada una de las pantallas luego de que cada ciudadano vote o el uso de guantes desechables para tocar las máquinas.