Desde el 6 de octubre, dos meses antes del evento electoral, en actos transmitidos por la televisión pública el gobernante ha anunciado con bombos y platillos 23 iniciativas en territorios clave para los resultados
Franz Von Bergen
En la Venezuela del chavismo hay cosas que ya se han vuelto tan tradicionales como las hallacas, el pernil y el pan de jamón en Navidad. Una de ellas es el ventajismo del oficialismo en los procesos electorales, en los que se vuelca toda la maquinaria del Estado, en especial los medios de comunicación, a favor de los candidatos del PSUV.
La tradición está ya tan arraigada que incluso la pandemia del coronavirus y la no participación de la oposición mayoritaria en el proceso, lo que prácticamente garantiza que Maduro conseguirá más de dos tercios de los parlamentarios el próximo 6 de diciembre, no han frenado por completo las ansias de seguir dominando las ondas radioeléctricas.
Desde el pasado 6 de octubre, dos meses antes de las elecciones, Maduro ha participado en 33 actos transmitidos en su totalidad por la televisión pública. En 6 de cada 10 mencionó las elecciones parlamentarias, mayormente para promocionar la opción del chavismo o para remarcar la importancia del proceso para sacar de la Asamblea Nacional a la oposición mayoritaria, a la cual criticó de manera directa en casi la mitad de las transmisiones.
En 1 de cada 3 actos el presidente ha ido incluso un paso más allá y ha compartido pantalla con candidatos del PSUV, a los que ha apoyado abiertamente. El 22 de octubre hizo un encuentro telemático con todos los nominados de su partido, a la par que el pasado 20 de noviembre participó en un evento con los postulados del Polo Patriótico en Distrito Capital y Miranda.
El primer acto se realizó desde Miraflores y el segundo desde el Teatro Teresa Carreño, edificios públicos que no deberían ser aprovechados por ninguna campaña.
La esposa de Maduro, Cilia Flores, ha sido la postulada chavista que más se ha beneficiado de los actos con el presidente, estando presente en 10 de ellos, cerca de un tercio. Otro aventajado ha sido Jorge Rodríguez, quien también es Jefe del Comando Nacional de Campaña Darío Vivas del Gran Polo Patriótico Simón Bolívar.
Más inauguraciones
Así como en diciembre suenan las gaitas, las temporadas electorales chavistas también tienen sus costumbres que nunca cambian. Una de las más destacadas es la de transmitir inauguraciones en la televisión pública.
En los actos de Maduro analizados para este trabajo se hicieron 8 inauguraciones distintas, entre las que destacaron: plantas procesadoras de alimentos, salas médicas para mejorar la atención en pacientes con COVID-19 y estructuras vinculadas a misiones.
A estas acciones para promover la supuesta buena gestión del oficialismo se sumaron también rehabilitaciones de planes o estructuras que no estaban funcionando y la promesa de creación de estrategias o entes que mejorarán la vida de los ciudadanos.
En total, Maduro anunció en televisión 23 iniciativas de este tipo para 12 entidades distintas. Miranda, con 5, fue el territorio con mayor suerte, seguido de Guárico (4), Distrito Capital (3), Barinas (2) y Monagas (2).
Como tiende a ocurrir siempre que el chavismo se prepara para unas elecciones, la mayoría de sus anuncios se concentró en territorios clave para la contienda. Más de la mitad de las iniciativas puestas en marcha o prometidas se encuentran en circuitos electorales que el chavismo perdió en las elecciones de 2015 y que espera recuperar con fuerza el 6 de diciembre.
Por ejemplo, el 12 de octubre entregó casas en la parroquia San Isidro de Maracaibo, que forma parte del circuito 8 de Zulia. En 2015, el chavismo cayó derrotado en ese lugar por más de 22 puntos de diferencia, pero en las elecciones regionales de 2017 consiguió ganar por un margen estrecho.
También se ha puesto el foco en Barinas, un estado emblemático por ser la cuna de Hugo Chávez y porque en las últimas elecciones parlamentarias la oposición consiguió ganar con una ventaja de más de 10 puntos.
Por otra parte, la tranquilidad de que no se presente la oposición mayoritaria puede ser una de las razones por las que ha disminuido el ritmo de las inauguraciones transmitidas por televisión. A falta de poco más de una semana para las elecciones, van 8 en esta oportunidad, cuando en los dos meses anteriores a los comicios de 2015 se registraron 31 anuncios de este tipo.
Conspiraciones y denuncias
En esta campaña el discurso oficialista ha hecho mucho hincapié en la importancia de recuperar la Asamblea Nacional y conseguir una participación considerable en los próximos comicios. Para animar y cohesionar a sus votantes, el presidente ha recurrido a una técnica habitual: denunciar campañas de desestabilización y meter miedo sobre la oposición.
En los 33 actos televisados que ha tenido desde el 6 de octubre, Maduro ha advertido sobre 8 conspiraciones contra su gobierno. El 23 de octubre aseguró que 1.000 mercenarios colombianos estaban listos para invadir Venezuela; el 28 de ese mes advirtió de un ataque a la refinería de Amuay y de un plan para asesinar a líderes chavistas; y el 31 de octubre aseguró que entre el gobierno colombiano y el estadounidense confeccionaban una estrategia para influir en los resultados de las elecciones norteamericanas creando un “caos” en Venezuela.
En 13 de las 31 apariciones se refirió a la oposición mayoritaria para criticar el trabajo que han venido realizando desde la Asamblea Nacional, una gestión que definió como “adeco burguesa”.
Pero también ha aprovechado su dominio sobre los medios para criticar al resto de la oposición, la que sí se presenta a las elecciones del 6 de diciembre.
El 18 y 20 de noviembre atacó a Henri Falcón, de Avanzada Progresista, y Claudio Fermín, de Soluciones para Venezuela, argumentando que cayeron en la demagogia por decir que Pdvsa estaba quebrada. Los acusó de estar haciendo campaña con el sufrimiento del pueblo.
La mayor prueba de ventajismo es que ni Falcón ni Fermín tuvieron tiempo gratis en la televisión pública para responder a las acusaciones.