El principal del Consejo Nacional Electoral aseguró que el voto en Venezuela es secreto, gracias a la encriptación de las bases de datos. Es decir, en el hipotético caso de que alguien tenga acceso a la máquina de votación, no podría leer la información contenida en ella
Valentina Gil
En todos los procesos electorales de Venezuela surgen mitos que se derriban con datos e información verificada. En la sección #DatoMataAlMito, el rector principal del Consejo Nacional Electoral (CNE), Roberto Picón responde a la audiencia del Guachimán Electoral.
Consultamos con los lectores de los medios que conforman la Alianza Rebelde Investiga (ARI), TalCual, Runrunes y El Pitazo, cuáles son los mitos que habían escuchado sobre el sistema electoral venezolano. En esta primera entrega el mito es: ¿El voto en Venezuela no es secreto?
Desde el año 2004, la votación en Venezuela es automatizada. El sistema fue implementado con el fin de evitar las irregularidades que tenía la votación manual, dar los resultados de forma rápida, entre otros.
Roberto Picón, rector principal del Consejo Nacional Electoral, explicó para el Guachimán Electoral que tanto la información de los votos como la de los votantes son almacenadas en bases de datos separadas y encriptadas.
Entonces, en el supuesto de que la máquina de votación cayera en manos equivocadas, la persona no podría leer su memoria, a menos que consiga la clave de acceso. Según la Red de Observación Electoral Asamblea de Educación, dichas claves son desconocidas para los miembros de mesa e incluso para el personal del CNE. “Nadie tiene la clave completa”, afirmó el rector Picón en su explicación.
“El orden en el que los electores y los votos aparecen en esas bases de datos separadas es aleatorio. Están en posiciones distintas y por eso es imposible reconstruir la secuencia en que se votó. Por estas razones, podemos decir con total certeza que el voto es secreto”, afirmó Picón
Los resultados de la auditoría que llevó a cabo el CNE también le dan credibilidad al sistema automatizado de votación. Tras una evaluación exhaustiva, expertos de diversas universidades nacionales en las áreas de informática y ciencias de la computación concluyeron que las posibilidades de fraude quedan limitadas desde el punto de vista tecnológico.
El equipo de auditores determinó que no es posible que las máquinas establezcan conexión con otros dispositivos ni con ningún otro software durante el proceso de votación, lo cual dificulta su alteración.
Igualmente, la información almacenada en cada mesa es debidamente cifrada y transmitida al centro de totalización, además de ser almacenada en una memoria removible, también encriptada, que resguarda la data en caso de cualquier accidente.
Entonces, el sistema automatizado de votación cumple a cabalidad con los objetivos de garantizar la privacidad del sufragio y que no se sepa por quién votó cada quién. “Podemos decir con total certeza que el voto en Venezuela es secreto”, puntualizó el rector principal.