Es cierto que los electores deben ejercer su derecho al sufragio de forma individual y secreta, pero el voto asistido no representa una violación a las leyes electorales cuando está justificado. Los votantes de edad avanzada o con discapacidades pueden ir acompañados por una persona de su elección
Valentina Gil
En tiempos electorales, los rumores son el pan de cada día. A raíz de irregularidades cometidas en comicios anteriores, los electores pueden sentir desconfianza hacia el proceso de votación.
Consultamos con los lectores de los medios que conforman la Alianza Rebelde Investiga (ARI), TalCual, Runrunes y El Pitazo, cuáles son los mitos que habían escuchado sobre el sistema electoral venezolano. En esta quinta entrega de #DatoMataAlMito, el mito es: ¿El voto asistido es un delito electoral?
El rector principal Roberto Picón explicó para el Guachimán Electoral que la figura del voto asistido está justificada en la Ley Orgánica de Procesos Electorales (Lopre). Según el Artículo 128:
“Los electores o las electoras ejercerán su derecho al voto en forma individual y a fin de garantizar ese derecho, las o los miembros de la Mesa Electoral no permitirán que el elector o la electora esté acompañado o acompañada de otra persona durante el trayecto comprendido entre el sitio donde se encuentran las o los miembros de la Mesa Electoral hasta el lugar dispuesto para votar.
Quedan exceptuados de la presente disposición, los electores y las electoras analfabetas, invidentes y con cualquier otra discapacidad y los y las de edad avanzada, quienes podrán ejercer su derecho al sufragio en compañía de una persona de su elección. Ninguna persona podrá ser acompañante por más de una vez”, se lee en la norma.
Picón mencionó que cualquier forma de voto vigilado o coaccionado es un delito, pues el ejercicio del derecho al sufragio es libre, tal como lo establece el Artículo 126 de la normativa electoral.
Por ejemplo, el voto asistido no solicitado; enseñar el comprobante de votación antes de depositarlo en la caja de resguardo; condicionar la entrega de algún beneficio el día de la elección a la participación electoral sí califican; coaccionar al elector a votar por un candidato determinado, amenazándolo que se perderán beneficios sociales si no elige la opción inducida, sí califican como delitos electorales.
“Es fundamental que los miembros de mesa, los testigos y los responsables del centro de votación garanticen el cumplimiento de esta normativa. También que los actores políticos y sociales creen conciencia sobre el derecho al voto libre y secreto y que denuncien oportunamente cualquier violación, para que las autoridades actúen de inmediato. El voto libre y secreto es tu derecho. No permitas que te presionen o que te intimiden”, puntualizó Picón.