El partido liderado por Timoteo Zambrano promueve una agenda de igualdad e inclusión, pero el pastor y candidato en Carabobo por ese partido ha dicho desde antes que no comulga con todo eso
Carla Ojeda
Desde el #GuachimánElectoral hacemos seguimiento a las alianzas atípicas, políticamente hablando, que se dieron de cara al 21 de noviembre. Con #NoLesPasóLaTarjeta queremos hacerle ver a la gente que en política no todo está dicho: unos se cambian de acera, otros se mimetizan entre sus valores y la agenda partidista y algunos hasta cambian de color.
Para el partido político Cambiemos, liderado por Timoteo Zambrano, llegó el momento de reivindicar los derechos de la ciudadanía por la igualdad y construir una “agenda progresista” con la participación de la gente.
Así lo hicieron saber el pasado 29 de octubre, a través de un video publicado en su cuenta Twitter, donde se ve a dos mujeres de la comunidad LGBTGQ+ hablando sobre su deseo de que el matrimonio igualitario se convierta en una realidad en Venezuela.
La idea, que pone sobre la mesa una conversación evadida por políticos de todas las tendencias, parece chocar con el apoyo que dio Cambiemos al pastor evangélico y presidente de Esperanza por el Cambio, Javier Bertucci, para la candidatura a la gobernación del estado Carabobo. El pastor más que rojo, se habrá puesto morado; y el morado es el color de Cambiemos.
Con la biblia por delante
Bertucci se ha expresado abiertamente en contra del matrimonio igualitario y del aborto. En 2018, cuando fue candidato a la presidencia, aseguró que de ser elegido no aprobaría leyes para legalizar las uniones entre personas del mismo sexo y el aborto.
«Lo que sí nunca voy a permitir es el matrimonio igualitario (…) porque desvirtúa la sociedad, la tergiversa. Un niño no puede tener papá-papá, mamá-mamá porque vas a hacer una tergiversación de la sociedad absolutamente», defendió Bertucci.
Aunque, en un alarde de democracia, agregó que la orientación sexual de cada persona es de su “incumbencia y su decisión” y que lo respetaría. «Nunca vamos a atacar a una persona por su orientación sexual. Nos parece cruel», sostuvo.
Dos años después, cuando fue candidato a diputado de la Asamblea Nacional (AN) suavizó un poco -solo un poco- su postura y aseguró, en una entrevista con Ernesto Villegas, que llevaría adelante una propuesta de referendo sobre el matrimonio igualitario – que no se ha concretado hasta la fecha, aunque sí fue electo diputado- porque una “ley tan delicada” no se puede “imponer” en el país solo “porque un grupo esté interesado en que se apruebe este tipo de ley”.
Sin embargo, añadió que su partido está decidido a defender la base de la sociedad que es la familia y Bertucci sólo parece apoyar un tipo de familia. “El matrimonio viene de matriz, viene de la procreación y una pareja del mismo sexo no tiene la capacidad de procrear y vas de una forma muy clara a socavar los fundamentos de la familia en el mundo”, aseveró.
En esa entrevista repitió que “respeta” la orientación sexual de las personas, “siempre y cuando no afecte a la sociedad” y destacó que no es necesario “afectar la Constitución o una ley para imponer una posición que para mí es de una minoría”.
Los mandamientos olvidados
Bertucci habla mucho de las leyes, de la Constitución y de acciones que no afecten a la sociedad, sin embargo, de acuerdo a una publicación de El Estímulo, el candidato a gobernador fue detenido en 2010 y posteriormente imputado en el país bajo los cargos de “contrabando agravado y asociación para delinquir” por cometer un acto “en perjuicio del Estado venezolano”.
Su nombre además apareció en la investigación de los Panamá Papers, donde se encontró que el pastor evangélico lideraba un entramado empresarial con tentáculos en Panamá, República Dominicana, Venezuela y Miami, dedicadas al comercio de alimentos, medicinas e insumos para la construcción.
En abril de 2016, el Instituto Prensa y Sociedad (Ipys) denunció que la periodista venezolana Katherine Pennacchio, quien escribía para ArmandoInfo, fue agredida verbalmente por Bertucci a través de Twitter, tras la publicación de la investigación.
Pennacchio explicó a Ipys que los ataques de agresión verbal, que se volvieron un “acoso” para la periodista, comenzaron luego de que Bertucci publicara un tuit el día 4 de abril que dice: “Qué triste cuando alguien daña el loable trabajo de periodista mintiendo. Por eso insisto en sembrar valores en nuestra hermosa Venezuela”.
Luego en 2018, cuando era candidato presidencial, Bertucci aseguró en una entrevista con Vladimir Villegas que su nombre no se encontraba en el portal web de la investigación de Panamá Papers.
“Todo eso terminó, Vladimir, y yo siempre invito a los periodistas a que investiguen un poquito porque eso ya está vaciado. Eso ya culminó y si tu metes en el portal de Panamá Papers, metes mi nombre va a salir no found. Eso quiere decir que no hay resultados. Creo que en su momento hizo el boom que hizo y no sé porqué. Nadie más dio una rueda de prensa, yo fui el único que lo hice, yo fui el único que dio la cara porque no tenía nada que temer en cuanto a eso”, dijo en la entrevista en marzo de ese año.
Predicar en campaña
De acuerdo a una biografía de Wikipedia, que advierte que hay dudas o desacuerdos sobre la exactitud de la información, Bertucci se inició en la iglesia cristiana evangélica en 1990, cuando tuvo una “experiencia con Dios” a los 21 años.
Agregan que el candidato, junto a su esposa, comenzaron a servir a Dios en plazas, parques y casas, a partir de 1993.
Quizás por eso Bertucci se enfoca en repartir medicinas y comida, especialmente sopas, cuando se acerca una campaña electoral. En 2018, su equipo político incluso montó castillos inflables para los niños.
En 2020, para su campaña a diputado, Bertucci amplió la repartición de sopas e incluyó las sardinas, que entregó a cada uno de los que acudió al acto en Valencia, sin usar tapabocas, aun cuando el mundo está en medio de la pandemia por la covid-19.