Con un déficit de al menos 3.500.000 nuevos electores, el CNE deberá atender las demandas vinculadas con la actualización del Registro Electoral -el desafío más urgente- para encarar el venidero ciclo electoral que implicará la renovación de todos los cargos de elección popular en 2024 y 2025
Jesús Abreu Mena – El Pitazo
3.500.000 jóvenes, de acuerdo con la organización no gubernamental Voto Joven, es el número de nuevos electores cuya inscripción el Consejo Nacional Electoral (CNE) -con nueva directiva instalada- debería facilitar en los próximos meses antes de la elección presidencial prevista en 2024.
Pero el tiempo, la propia capacidad técnica y la disposición política por parte del ente comicial son factores determinantes que, de acuerdo con la coordinadora nacional de Voto Joven, Wanda Cedeño, y el politólogo y analista del contexto electoral, Jesús Castellanos, obstaculizan la actualización del Registro Electoral (RE), el desafío más urgente de la nueva directiva del CNE, según advirtió el Observatorio Electoral Venezolano (OEV).
«La brecha que existe entre los jóvenes que ya tienen la mayoría de edad y tienen la posibilidad de inscribirse en el registro electoral, y aquellos que no lo han hecho, ya era muy alta en 2020, cuando estimamos que eran 1.500.000 jóvenes. 3 años después esa cifra aumentó a 3.500.000 jóvenes. El último corte del CNE no mostró un aumento significativo», resaltó Cedeño vía telefónica.
El corte reciente del RE correspondiente al 31 de julio, difundido en la Gaceta Electoral del 23 de agosto, detalla que 20.948.155 electores están habilitados para votar.
Poco tiempo, mucha gente
A poco menos de dos semanas para la llegada del último trimestre en un año preelectoral, la inscripción de nuevos electores solo es posible mediante los trámites respectivos en las 24 Oficinas Regionales del CNE, ubicadas en las entidades del país.
«Lo primero, y quizás más importante, que obstaculiza la inscripción y actualización en el Registro Electoral en Venezuela es la limitación del proceso en tiempo no electoral a únicamente la sede del organismo comicial y las oficinas regionales electorales», advierte Castellanos, vía telefónica.
Desde 2015, según destaca Cedeño, la labor del CNE en los procesos previos a los comicios que se celebraron después de las elecciones parlamentarias de ese año se caracterizó por el tiempo reducido para la inscripción y actualización del RE.
«El último proceso grande fue en 2015. Los que vinieron después estuvieron enmarcados en dos factores: el poco tiempo para inscripción y actualización de datos, y campañas de comunicación que no han sido robustas», agregó Cedeño.
Aunque la elección presidencial de 2024 debería ocurrir en diciembre, de acuerdo con el período constitucional, no se puede descartar un adelanto de ese proceso electoral, lo que hace más urgente la actualización del RE en una carrera contra el tiempo.
Programar una jornada de actualización e inscripción en el RE extensa en el tiempo es prioritario, de acuerdo con Castellanos.
«En las elecciones regionales y municipales de 2021 hubo un avance, 45 días, en comparación con los procesos electorales de 2017 y 2020, entre 9 y 31 días. No obstante, esto no es suficiente dado el déficit de inscripción en el RE. Debería tomarse como referencia los lapsos establecidos en las elecciones presidenciales de 2012 (90 días) y las elecciones parlamentarias de 2015 (156 días)», precisó el analista.
Capacidad técnica contra el tiempo
En lo que va de 2023, representantes del movimiento estudiantil y miembros juveniles de partidos políticos de la oposición han entregado al CNE dos petitorios para la instalación de puntos de inscripción y actualización del RE en universidades y municipios en todo el país.
Voto Joven calcula que se necesitan 3.500 puntos de inscripción y actualización del RE para cubrir la brecha de 3.500.000 jóvenes que están en edad de votar y que no están inscritos. «En cuanto a posibilidades técnicas, el CNE no tiene capacidad de aprobar más de 1.200 máquinas de actualización. Por eso, si la jornada se aprobara ahora, existe una alta probabilidad de cubrir esa brecha de 3.500.000 jóvenes que no están inscritos», detalló Cedeño.
El aumento en la cantidad de puntos de inscripción y actualización del RE es otra de las tareas pendientes del CNE. De acuerdo con Castellanos, los procesos que implementó el CNE en 2012 y 2015 también podrían ser referenciales.
«Al igual que con el lapso, en las elecciones de 2021 hubo una mejora en el número de puntos (783) en comparación con las elecciones de 2017 y 2020 (entre 531 y 706). Recomiendo tomar como ejemplo lo definido en las elecciones presidenciales de 2012, en donde hubo 1.300 puntos; en las parlamentarias de 2015 hubo 1.568», precisó el politólogo.
Disposición política
El nuevo directorio del CNE, presidido por el excontralor general de la República, Elvis Amoroso, se instaló el 26 de agosto. El propio Amoroso, en el acto de instalación en la sede central del CNE, se refirió al compromiso del ente comicial ante los próximos eventos electorales que están en el horizonte y cuyo primer y más urgente desafío es la actualización del RE.
«Es urgente una política del CNE que permita la inscripción y actualización del registro electoral a nivel municipal, que facilite dicho proceso a todos los venezolanos, independientemente de dónde se encuentren dentro del territorio nacional. Un punto de inscripción y actualización en cada municipio del país pudiera ayudar notablemente en este sentido», consideró Castellanos.
Con un déficit de entre 3.500.000 y 5.000.000 de nuevos electores, el CNE deberá atender las demandas vinculadas con la actualización del RE para encarar el venidero ciclo electoral, que implicará la renovación de todos los cargos de elección popular, como advirtió en su último boletín el OEV: un presidente de la República, 277 diputados a la Asamblea Nacional, 23 gobernadores; aproximadamente 250 legisladores estatales, 335 alcaldes y casi 2.500 concejales municipales.