El sistema manual es una alternativa para aquellos electores que desconfían del voto automatizado o que no están tan familiarizados con él. Sin embargo, como depende del factor humano, el margen de error es mucho mayor, advierten los expertos.
Valentina Gil
Como el Poder Electoral no participará en la elección primaria opositora de este 22 de octubre, se optó por el voto manual. El sistema no es desconocido en Venezuela, pero sí de vieja usanza. En el Guachimán Electoral consultamos a expertos para conocer los beneficios y desventajas de este modelo.
Para el politólogo Jesús Castellanos, el sistema manual resulta más amigable para los electores, al igual que es más fácil de ser instrumentado por los miembros de mesa. La confianza se sustenta, principalmente, en que los procesos se producen directamente por el hombre, sin mayor intervención del componente tecnológico.
«Un elemento importante de garantía del voto manual es que es más fácil eliminar la ‘traza de la participación’; es decir, quiénes asistieron a votar. Simplemente se eliminan los cuadernos de votación, mientras que en sistemas automatizados queda un registro a través del sistema biométrico», comentó para el Guachimán Electoral.
Por otro lado, Castellanos coincide con Luis Lander, director del Observatorio Electoral Venezolano (OEV), en que hay electores que prefieren el voto manual porque hay desconfianza del automatizado.
Cuando se implementó dicho sistema en 2004, surgió una matriz negativa sobre este tipo de voto: que no es secreto y puede ser modificado, que un elector puede votar más de una vez, que la seguridad de las máquinas es vulnerable, entre otros rumores no sustentados.
«Si no se tiene confianza en el sistema, por más robusto que sea, siempre va a tener problemas. El sistema automatizado ha sido sometido en más de una oportunidad a auditorías exhaustivas y ha sacado buena nota. La última que hizo el Consejo Nacional Electoral (CNE) en 2021, con un equipo plural, ratificó que el sistema funciona bien. Pero la falla más importante es que los resultados de esa evaluación no tuvieron mayor difusión», señaló Lander.
Un salto atrás
Evitar las irregularidades que tenía la votación manual fue la razón por la que Venezuela adoptó un sistema automatizado.
Comparada con la automatizada, la votación manual es lenta, así como el escrutinio y totalización de resultados, especialmente si tomamos en cuenta que la primaria de este 22 de octubre contempla votos en el extranjero.
Al haber un alto componente humano, es más factible de cometer errores en las diferentes actas electorales. También depende de la discrecionalidad de quienes manipulan el material electoral.
«El primer sistema manual consistía en tarjetas de colores. Después de que los electores introducían su tarjeta en un sobre y luego en la urna, eso se escribía a mano en un acta y ese sistema se fue detoriorando. Se hizo famosa la frase ‘acta mata voto’, que significaba que en aquel sistema electoral, una vez las tarjetas habían sido contadas, el resultado de la tarjeta pasaba al acta y perdía su valor. Hay multitudes de cuentos de aquella época que si algún partido no tenía testigos los demás partidos se repartían los votos. Eso se convirtió en rutina», acotó el director del OEV.
A su juicio, un sistema automatizado robusto ofrece más garantías en cuanto a seguridad de los votos, pues «la máquina hace lo que le piden». El experto usó como ejemplo el fraude en Bolívar, en la elección regional de 2017. Andrés Velásquez recogió las actas impresas por las máquinas, las cuales demostraban las inconsistencias numéricas.