En medio del desmantelamiento de la estructura comunal que por años impuso el chavismo como pilar de organización, el oficialismo enfoca su estrategia electoral de control y presión en el sector de los empleados públicos
Jesús Abreu Mena / El Pitazo
El estudio Pulso comunitario, del Centro de Investigaciones Populares Alejandro Moreno (CIP), es una radiografía del momento político en la dinámica comunitaria, en medio del contexto electoral que marca los días previos al 28 de julio, fecha crucial para la definición del rumbo político del país.
Cinco conclusiones de características cualitativas destacan del trabajo del CIP presentadas el jueves en el foro Perspectivas políticas y sociales de cara a la elección presidencial, organizado por el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (Cepyg-UCAB).
La primera de las conclusiones tiene que ver con la situación en la que se encuentra la estructura comunal que durante años constituyó la base de organización que impuso el chavismo y que, tras 11 años de gestión del gobernante Nicolás Maduro, las comunidades comienzan a percibir como un esquema que se agotó y que avanza una suerte de desmantelamiento.
«La situación en la que se encuentra la estructura comunal pudiese estar indicando que el régimen no cuenta o no puede confiarse en ella para realizar el inmenso trabajo que requiere un fraude como el que es presumible busca realizar», destacaron en la presentación los investigadores del CIP, Alexander Campos, subdirector, y Mirla Pérez, directora del CIP.
El estudio Pulso comunitario, parte de una serie de investigaciones del CIP, se basó en grupos focales de los estratos sociales C, D y E, con la participación de entre 130 y 150 personas, en el occidente del país (Zulia, Barinas y Táchira), en la región de centro-occidente (Aragua y Lara), en el sur (Bolívar), en oriente (Sucre) y en la región capital (municipios Libertador, Baruta, Sucre, Chacao, La Guaira y Guarenas-Guatire).
«Hoy podemos decir que el Gobierno no cuenta con la base comunal para hacer un fraude como el que necesita; no cuenta, digamos, con la gente que le haga el trabajo sucio. Eso refleja el desmantelamiento de la estructura comunal y puede tener diversas causas, la falta de recursos de un sistema político clientelar, por ejemplo, pero también hay otros factores», destacó Campos.