En los centros con riesgo se debe fortalecer la presencia de testigos y verificación ciudadana
Yakary Prado / Runrunes
El sociólogo y doctor en Ciencias Políticas, Héctor Briceño, presentó en un encuentro virtual de la Red Electoral Ciudadana este 18 de junio una cartografía del riesgo electoral, preparada para el Observatorio Global de Comunicación y Democracia, en la que se concluye que todos los estados del país tienen más de la mitad de sus centros electorales en condición de riesgo.
De acuerdo con estos datos, los estados con más centros electorales en condición de riesgo son Distrito Capital, Bolívar y Carabobo. No obstante, los riesgos son más graves (altos o muy altos) en la región sur del país y municipios fronterizos. En total, se estima que al menos 18 500 000 de venezolanos ejercen su derecho al voto en centros con al menos una condición de riesgo electoral.
Para la realización de esta cartografía se identificaron los probables riesgos que pueden obstaculizar el derecho de los electores a la libre participación. Los riesgos son todas aquellas amenazas que pueden incidir y afectar la legitimidad, transparencia e integridad de un proceso electoral.
Los riesgos identificados se analizaron en dos dimensiones: administrativa, que se refiere a las decisiones del ente comicial que impactan en el diseño y construcción de electores en centros de votación (creación de nuevos centros, definición de tamaños de centros y cambios en el número de votantes), y electoral, que abarca los comportamientos atípicos en centros electorales el día de la elección (centros con abstención superior a 50%, o con una participación muy alta que no se corresponda con el promedio nacional).
Tras el análisis de los datos se concluye que unos 13 638 de los 15 000 centros electorales del país presentan alguna condición de riesgo (muy alta, alta, media y moderada). En 6 125 centros los riesgos son de orden administrativo y 10 158 tienen al menos una condición de riesgo electoral. Este análisis se basó en datos de las elecciones regionales de 2021 y en las cifras del registro electoral preliminar de 2024.
La condición administrativa que más impacta a la mayor cantidad de centros electorales es el tamaño. De los 15 000 centros, poco más de un tercio o 5 414 son centros pequeños con 500 o menos electores.
Con respecto a la dimensión de riesgo electoral, se encontraron 8 618 centros en los que participó menos de la mitad de los electores o más del 90% y otros 2 244 centros electorales donde el dominio del gobierno en los votos era superior al 75%.
A mayor riesgo, mayor voto oficialista
Una de las conclusiones de este trabajo es que a medida que aumentan los niveles de riesgo de ambas dimensiones (administrativa y electoral) tiende a aumentar el voto oficialista de manera significativa, como indican, se evidenció en las elecciones regionales de 2021.
Otra conclusión de este trabajo es que la distribución geográfica del riesgo muestra claramente que las zonas más alejadas del interior del país tienden a presentar mayores niveles de riesgo.
Testigos y verificación ciudadana serán claves
En la presentación virtual de la cartografía de riesgo electoral, el doctor en Ciencias Políticas Héctor Briceño advirtió que el hecho de que un centro tenga algún riesgo electoral o administrativo no significa que inevitablemente vaya a suceder algo irregular. Amplió que el riesgo no se traduce inevitablemente en consumación de fraude, pero sí invita a tener “mayor cuidado” porque sugiere cuáles son los centros en los que han sucedido irregularidades antes.
En este sentido, opinó que la presencia de testigos y la verificación ciudadana son cruciales para evitar que los riesgos se materialicen.
“Donde hay mayor riesgo suceden cosas que no se corresponden con el comportamiento electoral en el resto del país, esto lo que nos invita es a tratar
de tener mayor atención a lo que sucede allí. El riesgo no es determinante, no quiere decir que en todos los centros en los que hay riesgo vaya a suceder algo; pero si suceden cosas, será en esos centros (…) Este análisis nos permite jerarquizar los niveles de riesgo de los centros y donde hay más amenazas, pero la presencia de testigos y la verificación ciudadana son la mejor garantía para que se cumpla la voluntad popular”, abundó.
Agregó al anterior planteamiento que, probablemente, los centros de mayor riesgo requerirán de estrategias de apoyo adicionales.
“Los indicadores de riesgo pretenden señalar cosas oscuras que suceden, fenómenos clandestinos que dejan un rastro muy claro y que no es sencillo registrarlos en el momento en el que ocurren. La forma que tenemos de rastrearlos son comportamientos estadísticamente anómalos desde el punto de vista del resultado electoral”, concluyó.