Nicolás Maduro, que aspira a un tercer mandato el 28 de julio, dijo que ninguno de los «nueve patarucos está preparado para gobernar» y los señaló de ser «títeres de los apellidos», una descalificación que ha repetido desde hace semanas en actividades de precampaña y de gobierno
Tal Cual
El gobernante Nicolás Maduro continuó este sábado 6 de julio su campaña electoral en Yaritagua, estado Yaracuy, y Barquisimeto, la capital del estado Lara, donde amenazó a la oposición venezolana.
«Si se comen la luz, vamos por ellos, tengan el apellido que tengan», aseveró Maduro, tras criticar el llamado a sanciones y referirse a un video de un grupo paramilitar colombiano, que supuestamente fue contactado por «grupos de la extrema derecha» para cometer actos violentos en el país.
«Ellos dicen que si ganan van a cobrar. Pretender venir, como se supo hoy, contratar paramilitares de Colombia para asesinar al pueblo con una nueva guarimba. ¿Ustedes quieren violencia y guarimba? Si se comen la luz, vamos por ellos, tengan el apellido que tengan. No voy a permitir que embochinchen a Venezuela», afirmó el gobernante, que aspira a un tercer mandato.
También señaló desde Barquisimeto que «les vamos a cobrar todas las cuentas y el 28 de julio vamos a hacer justicia con el voto del pueblo. Vamos por ellos».
Reconoció que hay fallas dentro de Lara y nombró a la vicepresidenta Delcy Rodríguez «madrina» de la entidad. Le ordenó hacer un consejo de ministros el lunes 8 de julio en Barquisimeto, junto a los ministros de vialidad y aguas, para resolver los problemas de la entidad.
Más temprano, el gobernante dijo en Yaritagua que «Venezuela necesita una nueva revolución y yo la voy a hacer con el apoyo del pueblo». Se refirió a las presidenciales como «una batalla» entre los nueve candidatos opositores, a quienes acusó de fomentar la violencia en el país por supuestas órdenes de Estados Unidos, «y los que queremos paz».
«La batalla es entre todos los venezolanos y venezolanas y los títeres del imperio gringo. ¿Quién va a ganar esa batalla? El pueblo unido», aseveró Maduro.
Dijo que ninguno de los «nueve patarucos está preparado para gobernar» y los señaló de ser «títeres de los apellidos», una descalificación que ha repetido desde hace semanas en actividades de precampaña y de gobierno.
En su discurso, Maduro también se refirió de forma velada al candidato Edmundo González, al compararlo como el «capitalismo salvaje».
«¿Vamos a dejar que ese viejo decrépito que es el capitalismo salvaje vuelva al poder en Venezuela? También por ahí anda una vieja decrépita, la ideología del odio y el fascismo. ¿Vamos a dejar que esa vieja decrépita de la ideología fascista venga un provoque una guerra civil en Venezuela?», cuestionó a sus seguidores no solo en Yaracuy, sino también durante una actividad con circuitos comunales en Lara.
Según el mandatario, el «antídoto» es el poder popular. «Por eso yo quiero acelerar el proceso. Venezuela necesita muchos cambios y transformaciones para ponernos en la onda de los siete años de prosperidad que me dijeron unos profetas».
Prometió recursos para otros 200 proyectos entregados por los consejos comunales y dijo que harán cuatro consultas al año para elegir nuevos planes referentes a servicios públicos. «Sin interferencia de burócratas ni tecnócratas»
Ordenó que el 25 de agosto se haga una nueva elección del proyecto que deberán elegir 4.500 circuitos comunales, y poner en marcha un «plan especial comunal» para «pagar la deuda quirúrgica».