La CIDH y la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión señalaron que el Estado venezolano «necesita urgentemente adoptar un compromiso con la democracia», además de garantizar que las presidenciales del 28 de julio sean libres, competitivas y participativas
TalCual
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) condenaron este lunes la persecución política contra opositores venezolanos y las restricciones a libertades de expresión y asociación. Consideran que estas acciones buscan «perpetuar al partido de gobierno en el poder».
En un comunicado, la CIDH y la Relatoría expresaron que las detenciones de activistas políticos o personas de la sociedad civil, cierre de locales comerciales, retención de comitivas de campaña, así como el cierre de medios de comunicación «no son hechos aislados».
Estos hechos, aseguraron ambas instancias, forman parte de un «patrón de persecución dirigido a desalentar la participación política de la oposición y la población en general. Estos ataques a la democracia y estas restricciones arbitrarias a las libertades de expresión, asociación y reunión tienen como finalidad perpetuar al partido de gobierno en el poder».
Según datos de la CIDH y la Relatoría, en lo que va de año se han detenido al menos a 50 personas vinculadas con la oposición o que el gobierno percibe como tal. 10 locales comerciales también han sido clausurados tras ser utilizados por dirigentes no identificados con el gobierno de Nicolás Maduro.
La CIDH y la Relatoría sobre Libertad de Expresión señalaron que el Estado venezolano «necesita urgentemente adoptar un compromiso con la democracia», además de garantizar que las presidenciales del 28 de julio sean libres, competitivas y participativas.
Para ello, consideran necesario reconstruir la separación de poderes públicos y su independencia, «de forma que cese la persecución política, se respete la libertad de expresión y la libertad de prensa, y se garantice la participación política de la oposición en condiciones de igualdad».
En el contexto electoral, afirmaron, «el debate democrático exige que exista el mayor nivel de circulación e intercambio de ideas, opiniones e informaciones respecto de las personas candidatas, sus partidos y sus propuestas, principalmente a través de los medios de comunicación, de quienes aspiran a ocupar cargos de elección, y de quienes desean expresarse».