El exmandatario argentino había resaltado que su función como veedor el 28 de julio no era validar a ningún candidato, sino verificar el cumplimiento de las normas establecidas durante todo el acto electoral de manera objetiva, imparcial y transparente
Ibrahim López Piñero
Alberto Fernández, expresidente de Argentina y aliado histórico del chavismo, informó este miércoles que la administración de Nicolás Maduro le solicitó que no participara como observador internacional en la elección presidencial del 28 de julio y calificó de insólita la decisión. A través de una publicación en su perfil de la red social X, explicó que su pronunciamiento del martes generó incomodidad.
“La razón que se me dio es que, a juicio de aquel gobierno, declaraciones públicas realizadas por mí ante un medio nacional causaban molestias y generaban dudas sobre mi imparcialidad. Entendieron que la coincidencia con lo que había expresado un día antes el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, generaba una suerte de desestabilización del proceso electoral”.
El 23 de julio, Fernández declaró en un programa de radio de su país que Venezuela necesitaba recuperar su convivencia democrática, expresó su deseo de que la elección presidencial se desarrollara de manera transparente y que el veredicto popular fuera respetado independientemente del resultado.
“Debo aclarar que no comprendo tal malestar. Solo dije que en una democracia, cuando el pueblo emite su sufragio, “el que gana, gana y el que pierde, pierde” y si el oficialismo fuera eventualmente derrotado debía aceptar el veredicto popular. Otro tanto debería hacer la oposición en el caso de que el resultado le fuera adverso”, explicó.