En el análisis del organismo internacional destacan problemas como la observación electoral limitada y las irregularidades alrededor del proceso de votación, más que del sistema en sí
Valentina Gil
Eugenio Martínez, director de Votoscopio, y Griselda Colina, directora general del Observatorio Global de Comunicación y Democracia, compartieron sus percepciones sobre el proceso electoral con la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA).
Respecto a a la observación electoral, los expertos resaltaron que la internacional es limitada. El 28 de julio contamos únicamente con el Panel de Expertos Electorales de la ONU y el Centro Carter.
Pero la nacional tampoco tiene mucho alcance. Para esta elección, el Observatorio Venezolano Electoral (OEV) no fue acreditado por el CNE para participar como observador. La Red de Observación Electoral Asamblea de Educación (ROAE), por su parte, recibió menos credenciales que las que había pedido inicialmente, las cuales fueron finalmente entregadas la semana pasada.
Hay otros tres grupos que han recibido credenciales: Centro de Estudios Superiores, Proyecto Social y Asociación Venezolana de Juristas. Sin embargo, según Griselda Colina, hay poca información sobre su trayectoria como observadores.
El periodista especializado en temas electorales reiteró que el sistema de voto electrónico es seguro. El problema está en el entorno alrededor del proceso de votación: coacción a los votantes en lugares controlados por el gobierno, la extensión del horario de apertura de los colegios electorales, la limitación del acceso de observadores y testigos electorales, entre otras.
Sobre este último punto, WOLA calificó como «inédita» la medida que exige a los observadores electorales sean electores en el centro en el que ejercen su función de testigos del proceso.
Por otro lado, el organismo internacional resaltó en su análisis que el papel de la comunidad internacional será muy relevante, durante y después de los comicios.
La reacción de la comunidad internacional a los resultados electorales, sea favorable a Maduro o a la oposición, impactarán las sucesivas negociaciones.
Finalmente, en lo que se refiere a resultados, ambos expertos coinciden en que, independientemente de quién gane, es probable que la elección desencadene un complejo proceso de negociación. Con las instituciones bajo el control del oficialismo hasta el inicio del próximo mandato presidencial en enero de 2025, la gobernabilidad del país sigue siendo incierta.