El politólogo Luis Salamanca indica que el opositor Edmundo González Urrutia es «un candidato emergente» que fue llamado en un momento crucial de la situación política y le corresponde jugársela de la mejor manera posible. Para Pablo Quintero, también politólogo, la presencia de María Corina Machado en las apariciones del abanderado evidencia un «tutelaje» y «pudiera opacar el reconocimiento que el candidato necesita de la gente»
Sofía Nederr / Tal Cual
Un mes después de la decisión «unánime» de la Plataforma Unitaria de designar a Edmundo González Urrutia como su abanderado presidencial, el candidato salió al ruedo en el mitin realizado en La Victoria, en Aragua, su ciudad natal.
El sábado 18 de mayo, el también diplomático de carrera estuvo acompañado de su familia, de la dirigente María Corina Machado, ganadora de las primarias opositoras de 2023, y de varios políticos de la oposición, al tiempo que leyó un mensaje conciliador.
Tanto el candidato como voceros de la llamada unidad democrática han señalado que González Urrutia no recorrerá todo el país, pero si hará algunas giras puntuales en el camino a las presidenciales del 28 de julio. Todo en medio de una campaña corta y atípica dada la imposibilidad de Machado de postularse por la inhabilitación política por 15 años impuesta por la Contraloría General de la República (CGR).
¿Qué lecturas pueden hacerse de los movimientos políticos de Edmundo González Urrutia tras su candidatura?
El politólogo y académico Luis Salamanca comienza por describir al abanderado de la Plataforma Unitaria: «Edmundo González Urrutia es un candidato emergente, en el sentido beisbolístico. Es un candidato que es llamado a batear el último inning, con las bases llenas, en el juego final del campeonato. Entonces, tiene tres hombres en las bases, va a batear en el último inning que dura de aquí al 28 de julio y el pitcher adversario es Nicolás Maduro. Y tiene que empujar la carrera ganadora».
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Añade que el abanderado fue llamado en un momento crucial de la situación política y le corresponde jugársela de la mejor manera posible: No eludió el compromiso, lo asumió y, además, rompe con la imagen habitual de los políticos.
Para Luis Salamanca, Edmundo González Urrutia puede fungir de un puente por el cual transiten las aspiraciones de «un montón de sectores que quieren retornar a la democracia e incluso hasta los propios intereses de los maduristas, chavistas». Cree que el candidato es un actor que puede maniobrar con la mano izquierda y con la mano derecha, así como con capacidad de comprensión de la situación actual y del juego democrático.
Por su parte, el politólogo Pablo Quintero apunta que, luego del mensaje de González Urrutia en La Victoria, puede decirse que hay un contraste respecto a la forma de dirigir los discursos entre él y el resto de los políticos tradicionales y no tradicionales.
«En Venezuela, antes ningún político, por lo menos en los últimos años, ha leído en un mitin y esto es un aspecto positivo porque estaríamos retomando la idea de que el discurso se prepara como es correcto, se practica.Y no hay espacio para la improvisación en momentos cuando se necesita que un candidato presidencial utilice las palabras adecuadas», puntualiza.
Señala que, además, el discurso del candidato opositor cumplió con los parámetros esenciales de un discurso político: Breve, conciso, preciso o estratégico con un tono que llama a la moderación y que, además, es incluyente.
Cambio de esquema
Luis Salamanca señala también que, como parte de la estrategia electoral, Edmundo González Urrutia ostenta una imagen más fresca considerando que su rol de diplomático está revestido, en esencia, de aires de formalidad.
«Yo no creo que el candidato se parezca a un abuelito, se parece a una persona que fue llamada a una misión que no esperaba. Se está adaptando a este rol. Él pudo haber dicho que no. Hay que recordar que González Urrutia no es político, no tiene empaque político, no tiene el discurseo político, habla, conversa. Eso rompe los esquemas de los políticos que uno conoce», resalta Salamanca.
Llama a no olvidar que el candidato es producto de las medidas de inhabilitación y las presiones del chavismo. Edmundo González Urrutia es avalado por las tarjetas de la Mesa de la Unidad Democrática, Un Nuevo Tiempo (UNT) y el Movimiento por Venezuela (MPV).
«González Urrutia es como un papel en blanco en el cual se puede escribir y esto es muy importante en esta política actual de Venezuela», señala.
Salamanca expresa que en su primer mensaje en un acto político, el abanderado de la unidad «se comportó conforme al librito» y en ese sentido refiere, por ejemplo, la alusión al sector castrense. «La Fuerza Armada tiene que respetar el resultado electoral como lo hizo en las elecciones parlamentarias de 2015″, sostiene.
También hace hincapié en la serenidad del candidato, quien»no se rasga las vestiduras». Resalta que González Urrutia «toca las teclas de la política perdida para ponerse de acuerdo y luchar por el país».
El politólogo Pablo Quintero enfatiza que la presencia de María Corina Machado en los mítines y apariciones del candidato de la Plataforma Unitaria pudiera opacar el reconocimiento que necesita de la gente y la oportunidad que quiere la gente de conocer a Edmundo González Urrutia.
«Se ve un claro tutelaje de Machado, una presencia muy fuerte que pudiera opacar o eclipsar la presencia del candidato presidencial. Al final, el candidato es el que está en la tarjeta. Parece existir cierto exceso de protagonismo innecesario», sostiene Quintero.
Ausencias en el mitin
El mitin en La Victoria se dio luego de diferentes encuentros de González Urrutia con dirigentes opositores que inicialmente se registraron en su residencia, con la recurrente imagen del balcón y la panorámica capitalina, y posteriormente en la sede de organizaciones políticas.
Pablo Quintero señala que, en el acto político en Aragua, hubo representación de los partidos políticos, pero también fue notable la ausencia del gobernador del Zulia, Manuel Rosales, el exgobernador Henrique Capriles (PJ) y Henry Ramos Allup, secretario general de AD en resistencia.
Rosales fue recibido hace unos días por el candidato en su domicilio, tras lo cual se informó sobre la organización de un nuevo esquema de campaña, Capriles reportó desde hace dos semanas los recorridos que realiza por el estado Miranda, mientras que Ramos Allup y los secretarios de su partido en las regiones sostuvieron una reunión de trabajo con González Urrutia el 21 de mayo.
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Quintero, asevera también que «la campaña electoral tiene que ser mucho más emocional. Eso es lo que termina movilizando y generando diríamos esperanza, ilusión, no todo puede quedarse en un discurso».
Añade que, más allá de las reuniones «de élite» con las organizaciones que lo respaldan, es importante reforzar la presencia electoral y la organización en torno al candidato de la Plataforma Unitaria y fortalecer su poder de convocatoria.