En el camino a las presidenciales, Nicolás Maduro despliega una estrategia en la que hay lugar para replicar a sus adversarios. El politólogo Miguel Ángel Martínez Meucci cree que copiar al oponente «es un arma de doble filo» que puede acentuar la falta de credibilidad. Para la consultora política Carmen Beatriz Fernández, con las imitaciones, Maduro responde «a una fuerza muy vigorosa de la sociedad liderizada por María Corina Machado». Daniel Varnagy, doctor en Ciencias Políticas, indica que el candidato a la reelección aún no saca todas sus cartas, que serán visibles a medida que se acerque la fecha de los comicios
TalCual
El gobernante Nicolás Maduro, aspirante a un tercer mandato presidencial, sustenta su estrategia electoral en varios elementos. Se aferra a la figura del expresidente Hugo Chávez, hace referencias a una “patria nueva”, llama a la esperanza y calca varias de las acciones de la llamada oposición democrática, especialmente de la dirigente María Corina Machado.
En este último caso, dirigentes del PSUV en muchos momentos «coinciden» geográficamente con las movilizaciones opositoras para forzar una medición de fuerzas en el terreno regional, donde de manera especial se ha sentido el impacto de la crisis.
Durante este tiempo de campaña aún no oficial -según el cronograma de CNE será formalmente desde el 4 hasta el 25 de julio-, Maduro también ha realizado visitas «sorpresas» a los estados, como ocurrió en Zulia y Lara, aunque TalCual ha encontrado evidencia de que tales movilizaciones no son espontáneas sino con organización previa del PSUV.
«Llegando, de repente salió gente por aquí, gente por allá… Era el pueblo de Maracaibo en las calles con su saludo hermoso, lleno de sus bendiciones, colorido y alegría», dijo el mandatatio el 1 de junio.
«Hay un agotamiento general en la oferta electoral del chavismo, que sufre una pérdida de credibilidad muy difícil de superar. Son demasiados años en el poder, demasiadas promesas incumplidas, y los resultados son a todas luces decepcionantes. Proliferan también los indicios de desmoralización en las filas del oficialismo, la sensación de que ‘el proceso’ se agotó. A estas alturas el deseo de un cambio es absolutamente lógico y natural, y, si en Venezuela rigieran las condiciones propias de una democracia, hace tiempo que esas preferencias se habrían materializado en las urnas», expresa el politólogo Miguel Ángel Martínez Meucci.
Asimismo, sostiene que la enorme mayoría de los votantes orienta sus preferencias en función de las expectativas de futuro, y no de los sentimientos que les genera el pasado. «Si el oficialismo hoy se vale de la figura de Chávez es porque no tiene a ninguna figura capaz de generar credibilidad en el presente. Pero quizás se pierde de vista que el tiempo pasa, y que ya incluso hay una generación entera de nuevos votantes que a duras penas recuerdan a Chávez: sólo han conocido a Maduro», afirma.
El también doctor en conflicto político y procesos de pacificación señala que, ciertamente, hay una estrategia desde el oficialismo de buscar imitar a sus oponentes. En este sentido, afirma que las similitudes que se intentan reproducir van más allá de las que podrían asignarse al azar.
«Ahora bien, copiar al contrincante puede ser útil en alguna medida, pero también es un arma de doble filo. Es un gesto que revela falta de ideas y de autenticidad, y en este caso eso puede acentuar aún más una de las más graves debilidades de la candidatura oficialista: la falta de credibilidad», puntualiza Martínez Meucci.
Fases de la campaña
Daniel Varnagy, doctor en ciencias políticas, señala que, desde los tiempos de Chávez, el oficialismo despliega una campaña de dos y hasta tres fases. «Con Maduro se da la estrategia ascendente. Es decir, hacen el fortalecimiento de la campaña muy cerca de la elección”, indica.
En ese escenario, cree que actualmente Maduro no está en la campaña electoral propiamente dicha, como si lo están los distintos candidatos opositores y la oposición unificada en la Plataforma Unitaria que postuló a Edmundo González Urrutia.
Indica que, dos semanas antes de las presidenciales, el gobierno suele remontar con ofrecimientos concretos y con la exacerbación del populismo que es efectista. Destaca que, en esta ecuación, es clave la pregunta de cómo generar una estrategia creíble cuando los contrincantes tienen 30 puntos por encima. El investigador sostiene que la estrategia de copiar al adversario es para ganar tiempo, no para ganar votos ni para ganar presencia.
«Es una forma de distracción. Ahora estamos en la época del circo en la campaña, cuando estemos cerca de la fecha del 28 de julio, viene el pan. La estrategia es que hablemos de cuando Maduro imita a la oposición para que dejemos de hablar de que los sistemas no son transparentes y de que el Registro Electoral (RE) realmente terminó siendo no auditado de la manera como se hubiera querido», expresa Daniel Varnagy.
Agrega que la mayor parte de la gente habla de las «copias» que hace Maduro de la oposición, pero sobre el debate no están las máquinas de votación, ni la observación internacional en los venideros comicios.
Cuesta arriba para Maduro
La consultora política Carmen Beatriz Fernández señala que para Nicolás Maduro no resulta fácil hacer campaña electoral para las presidenciales de julio dado “su rechazo brutal y su desgaste enorme”. Explica que, en una democracia normal, el mandatario nunca podría aspirar a una reelección.
“Estamos en una democracia secuestrada y, en ese secuestro, quien tiene los hilos del poder es Maduro. Eso no tiene que ver con las razones democráticas que hacen que un mandatario sea elegido o desista de aspirar a la reelección”, añade.
De acuerdo con Fernández, la demanda de cambio político en el país es tan abrumadora y tan consensuada que hasta el propio Maduro está hablando de cambio. En este sentido, refiere, los carteles del oficialismo no exhiben el mismo tono rojo de antaño.
«Maduro surfea sobre la figura de Chávez y toda la campaña está montada sobre Chávez por una razón muy sencilla: él está por debajo del chavismo. Los niveles de Maduro en enero estaban, en más o menos, 15 puntos mientras que la gente que se decía chavista estaba en 25-30», indica.
Fernández enfatiza que, como parte de su presentación electoral, el gobernante luce «totalmente reactivo».
«Maduro está reaccionando a una fuerza muy vigorosa de la sociedad que está liderizada por María Corina Machado. Y se ha convertido en lo que los gringos llaman ‘copyscape’, un imitador. Y esto no solamente porque vaya Diosdado Cabello siguiendo la ruta geográfica de María Corina, sino que todos los episodios que son medianamente notables de Machado, Maduro los repite», enfatiza Carmen Beatriz Fernández.
En ese contexto, refiere el episodio en el que el gobernante candidato fue alzado en brazos durante un acto en el estado Lara el 7 de junio. Este tipo de gesto se ha visto en los recorridos de María Corina Machado por las regiones. La diferencia estuvo en que a la líder opositora la han conducido en brazos a una tarima, mientras que al gobernante lo «surfearon» los brazos de sus escoltas que caminaban bajo su cuerpo.
De acuerdo con Capriles, «Maduro tiene 25 años en el poder, gran responsable de la peor crisis que hemos tenido en Venezuela y ahora anda desesperado tratando de mal imitar para hacerse el popular».
Por otra parte, Carmen Beatriz Fernández indica que el seguimiento geográfico que hace Diosdado Cabello, primer vicepresidente del PSUV, a la movilización de Machado tiene un rol importante. «Se busca que las bases y las estructuras movilizadoras electorales de la organicidad de Maduro no se vayan a ver la concentración opositora. Esto no es fácil porque son zonas muy pequeñas y se siente el impacto de esas visitas. El objetivo es retenerlos allí y que no vivan la movilización del momento, distraerlos en otra cosa», puntualiza.
Al mismo tiempo, sostiene, el chavismo ejerce control sobre sus propias fuerzas movilizadoras. «De hecho, han dejado ver que el 1×10 no ha funcionado bien».
“Que nadie se confíe. Si queremos garantizar una victoria perfecta, con paz, hay que profundizar el 1x10x7”, enfatizó Maduro el 13 de junio desde El Vigía, en el estado Mérida.
Tres días antes, el mandatario señaló: «¿Ya saben, verdad? Actívate con tu 1x10x7 y celebremos el 28 de julio la victoria por los 70 años del Comandante Chávez. La esperanza en la calle y ¡no la detiene nadie!».