Además de las grandes concentraciones y recorridos por el país, los mismos votantes toman la campaña presidencial en sus manos y buscan alternativas para promover al candidato de su preferencia
Valentina Gil
«Que nos nieguen las garantías electorales, los derechos políticos, pero nunca el chisme». Bajo esta premisa, los electores impulsan el voto en redes sociales.
La metodología es sencilla. A modo de carnada, los usuarios escriben un primer tuit prometiendo revelar información de interés, sin escatimar en detalles. Las temáticas son variadas: estafas, traiciones, infidelidades e incluso promesas de mostrar las carnes, sin censuras.
Luego, se incluye el tarjetón electoral en el segundo tuit, señalando dónde está ubicado Edmundo González, abanderado de la Plataforma Unitaria.
Quizás no se complace una necesidad tan básica como la es el chisme, pero al menos queda algo de educación electoral.