Jorge Arreaza afirmó que se logró reconectar con el sentimiento y con «el Chávez que llevamos dentro». Aunque se jactó de que el partido de gobierno creció por casi 30 mil votos, evitó mencionar que la derrota del oficialismo en la entidad fue por más cantidad de sufragios que en los comicios del 21 de noviembre
Roison Figueroa – TalCual
El excandidato a la gobernación del estado Barinas por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Jorge Arreaza, reconoció la victoria de Sergio Garrido en la entidad y advirtió que debe administrar bien su victoria porque «Barinas no está sola». Según Arreaza, el triunfo opositor se basa solo en números, pero «en lo cuantitativo, en lo espiritual y moral, es una victoria limitada».
«La derecha es experta en pactos. Pactaron entre ellos, se sumaron los votos y lograron el objetivo cualitativo, pero en lo cuantitativo, en lo espiritual y moral, es una victoria limitada. Administren bien su victoria. No se equivoquen porque aquí está un pueblo, un gobierno, una Constitución y no vamos a permitir que persigan, arremetan y violenten los derechos del pueblo de Barinas».
Desde el teatro José Esteban Ruíz Guevara subrayó que espera Sergio Garrido asuma el rol de gobernador. Según el excandidato, quien perdió por más de 40 mil votos, la oposición «tiene sus mangos y generalmente este tipo de mangos están en la Casa Blanca». Arreaza una vez más lanzó advertencias contra Sergio Garrido: «Mucho cuidado porque aquí vamos a estar para defender Barinas».
También relató que luego de conocerse los resultados conversó con el gobernante Nicolás Maduro, quien le aseveró que no dejará «sola» a Barinas. Afirmó que desde el gobierno central se respaldará a la entidad, que ha sido bautizada por el oficialismo como la cuna de la llamada «revolución».
¿Conectados con Chávez?
Jorge Arreaza destacó que este momento de hacer una revisión dentro del propio partido. Subrayó que quien sienta que debe hacerse a una lado para refrescar el liderazgo debe hacerlo con unidad y mantener su apoyo a la revolución desde «otra trinchera». Destacó la necesidad de darle fuerza al poder popular en ese estado.
Se jactó, por otra parte, de lograr reconectar con el sentimiento y con «el Chávez que llevamos dentro». Asimismo, dijo que vio en las miradas, los abrazos, la interpelación y la crítica «cómo iba rebrotando la esperanza, Chávez, la patria, Zamora y Bolívar»
