No es vinculante y conlleva desafíos, pero es un mecanismo de concertación con un efecto moral entre quienes adversan al gobierno de Nicolás Maduro. Su éxito o no dependerá del volumen de participación que pueda lograr
Ibrahim López Piñero
De acuerdo con la Real Academia Española una elección primaria es un sistema de selección que puede ser usado por los partidos políticos para la nominación de candidatos a determinados cargos de elección popular y cuyos resultados son vinculantes para esas organizaciones y quienes participan en ellas. En Venezuela este tipo de proceso adquiere una resignificación debido al complejo contexto del país.
Para la consultora en Estrategia y Comunicación Política, Mayra Contreras la polarización y la dinámica de la vida política de los últimos años ha convertido al mecanismo de elección primaria en una referencia para unificar fuerzas en contra de un adversario común. Subraya que esa estrategia es de uso obligatorio en otras latitudes.
“No es vinculante legalmente porque no hay ley que exija a coaliciones, partidos, organizaciones o movimientos que deben definir un candidato por una elección primaria. En este caso es por voluntad propia, el que no desea participar no tiene consecuencias más allá de perder o no el reconocimiento y apoyo de algún sector pero no es vinculante legalmente”, indica la también docente de la Universidad Central de Venezuela y Universidad Santa María.
Contreras considera que, por ejemplo, la elección primaria del año 2012, donde Henrique Capriles resultó ganador, demostró que cuando la oposición logra aglutinarse, moviliza mayor cantidad de electores y obtiene victorias. “Eso se pudo observar en el año 2015, cuando la oposición con la campaña de unidad logró mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. Si van unidos logran mayor apoyo. No es vinculante de manera legal, pero sí moralmente porque representa a ese sector de la oposición”, apunta.
Mecanismo de concertación
Raniero Cassoni, vicepresidente de la Asociación Venezolana de Consultores Políticos (Aveconpol), explica que para este 2023 se busca además alcanzar una concertación entre los diferentes sectores de la oposición en función de las dificultades que representa la realización de la primaria y los acuerdos que deben derivar de ella, que a su juicio, no deben ser únicamente de la dinámica electoral.
“Considero que es un evento vinculante en lo político porque toda decisión, toda consulta ciudadana es vinculante. Todo evento político que implique una consulta genera una vinculación de tipo auctoritas moral a lo político. Ahora, desde el punto de vista legal, no hay nada legal más allá del artículo 70 de la Constitución que indica que toda consulta ciudadana es vinculante”, detalla Cassoni.
Resalta el director ejecutivo de la firma de consultoría Poliestrategia y miembro de la American Association of Political Consultans (AAPC), Luis “Toty” Medina que los partidos políticos venezolanos tenían más disposición para una negociación y acuerdo pero la opinión pública impuso a las organizaciones la elección primaria. “Ninguna de las organizaciones partidistas tenía la fuerza para imponer un candidato que concitara ese consenso y generase una unificación. Tampoco había un liderazgo capaz de hacerlo, de generar consenso unánime o mayoritario en torno a su figura”, señala.
Medina coincide con Cassoni en que toda elección es vinculante para quienes participan como organizadores, candidatos, organizaciones postulantes o electores. No obstante, advierte que el nivel de efecto vinculante sobre el resto de la sociedad es relativo. “Todo dependerá del nivel de participación que consiga alcanzar la elección primaria. Con una participación elevada de 3 millones o más, su legitimidad será incuestionable y su efecto vinculante sobre otros espectros políticos será muy amplio. Una participación media, de 2 millones a 2 millones y medio de electores, le dará legitimidad más no así un efecto vinculante más allá de lo interno”, indica Medina.
Desafíos
Ambos analistas, también consideran que el primer desafío que se presenta ante la elección primaria es el organizativo, y el segundo es el de lograr la concertación política en caso de que el proceso no se lleve a cabo. Para Luis “Toty” Medina, el reto logístico prepara para los demás que le sucederán, como el de lograr el reconocimiento de los resultados por parte de las fuerzas postulantes y las agrupadas en la oposición.
“Y por último, pero no menos importante, conseguir una participación considerable de la sociedad venezolana. Este tipo de procesos electorales de suyo concitan poco interés, dada su naturaleza interna. De manera que una alta participación en ese evento sería el máximo reto a vencer, pero también el mayor éxito alcanzado si se lograse ese objetivo”, apunta Medina.
Para la consultora en Estrategia y Comunicación Política, Mayra Contreras existen también otros obstáculos qué sortear: la Asamblea Nacional de 2020; la nueva directiva del CNE -aún sin designar- y el mecanismo político conocido como inhabilitaciones. “Esto se le escapa de las manos a todos los actores de la oposición. Los que participen de las primarias y los que no participen de las primarias”.
