Con la llegada de las nuevas autoridades del Poder Electoral se podrían presentar algunos escenarios: una judicialización del proceso, la pérdida de interés por parte de los electores o que las diferencias entre los sectores opositores se profundicen.
Valentina Gil
La Asamblea Nacional (AN) electa en 2020 eligió a los nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE), luego de declararse en sesión permanente el pasado martes 15 de agosto. Un 3-2 que se repite, y nuevas autoridades que podrían plantear retos al proceso interno de la oposición. El Guachimán Electoral consultó las posibles amenazas a la primaria:
TSJ al acecho
De acuerdo con el politólogo Jesús Castellanos, uno de los riesgos es que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) decida intervenir o incluso suspender el proceso de primaria. La Sala Constitucional podría argumentar que todo acto que se haga sin el CNE es subversivo, pues es el único que tiene mandato constitucional para organizar elecciones.
“En teoría no puede haber usurpación de funciones porque la primaria es un mecanismo interno de las organizaciones. No existe norma que obligue a que sea con participación del CNE”, explicó para el Guachimán Electoral Alí Daniels, director de Acceso a la Justicia. Pero, por ejemplo, el Estado venezolano podría apoyarse en el “amparo constitucional” contra la Comisión Nacional de Primaria (CNP) que introdujo Luis Ratti, secretario general del Partido Acción Nacional Venezuela (PAN Venezuela), ante el TSJ a finales de mayo de este año y que está en manos de la magistrada Caryslia Rodríguez, presidenta de la Sala Electoral.
Castellanos agregó que otro de los argumentos del TSJ podría ser que la composición de la Comisión Nacional de Primaria (CNP) no es plural y no es el reflejo total de la oposición, porque, por ejemplo, no están los sectores que hoy están sentados en la Asamblea Nacional 2020, más afines con el gobierno. Asimismo, otro motivo que podría sustentar la decisión de intervenir es que están permitiendo que candidatos inhabilitados participen en el proceso.
El politólogo toma en cuenta el costo político que supondría prohibir la primaria. Estima que la decisión podría generar un efecto similar al que hubo con la inhabilitación de María Corina Machado, que favoreció la unidad del mensaje opositor. “El régimen sabe los niveles de popularidad que tiene esta elección. Pareciera que la primaria ha ido poco a poco convenciendo por lo menos a una parte de la población de que la elección tiene sentido”.
Divide y vencerás
Otro de los escenarios que prevén los expertos es que la designación del nuevo CNE contribuya a fragmentar aún más la coalición opositora. Para María Isabel Puerta, profesora en Ciencias Políticas, se corre el riesgo de que los sectores que promueven la abstención argumenten que las nuevas autoridades del Poder Electoral son un obstáculo más difícil de superar y, por lo tanto, no tenía sentido alguno apostar por una primaria.
“No todos los sectores quedarán conformes con el resultado: este candidato no es reflejo de toda la oposición, está inhabilitado(a), etc. Una primaria puede agudizar las diferencias. Si el régimen entiende que esta primaria puede significar eso, la va a permitir. Deja que entre ellos mismos se debiliten, sin necesidad de usar al TSJ”, añadió Castellanos.
No obstante, los 13 candidatos firmaron el pasado 4 de agosto un acuerdo mínimo de gobierno y de gobernabilidad, el cual plantea una única propuesta opositora, independientemente del ganador de los comicios internos.
El poder de la apatía
La politóloga Paola Bautista considera que el gobierno busca mostrarle a los electores que controlan tanto el proceso como el resultado y, de esta forma, mermar su voluntad para participar en la primaria. “Al final es un mensaje para decirle a la ciudadanía que no haga nada, bajo el argumento de que no vale la pena».
“Con un CNE rojo, rojito, ¿qué sentido tiene que nosotros votemos? Creas una infraestructura blindada, en la que no habrá ningún tipo de sorpresa porque es gente completamente comprometida con el gobierno de Maduro. La gente no va a confiar. Le da a entender a los electores que su voluntad no será tomada en cuenta ni influirá en el resultado”, acotó la profesora Puerta.
A juicio de Bautista, el gran reto para la oposición es manejar las expectativas del electorado. Cuando renunció el CNE encabezado por Pedro Calzadilla, la intención era profundizar las divisiones internas y que la misma oposición dijera que no era viable hacer la primaria por razones operativas.
Desde el Guachimán Electoral consultamos con los miembros de la Comisión Nacional de Primaria sobre si ven en riesgo el proceso del 22 de octubre con la llegada de las nuevas autoridades electorales y declinaron responder.