La CEV también exhortó a llevar adelante un «serio, sincero y comprometido diálogo y negociación entre el gobierno y los diversos sectores de la vida nacional», para lo cual consideró necesario incorporar representantes de diversos sectores
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En su exhortación Pastoral con motivo de la CXXI Asamblea Plenaria Ordinaria del Episcopado Venezolano la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) urgió a la elaboración y presentación de un calendario electoral que conduzca al país a unas elecciones «limpias y transparentes».
En el comunicado, compartido en su sitio web, consideraron que este año electoral debe ser un tiempo para buscar, entre todos los factores de la sociedad venezolana, «un compromiso en el diseño de una visión compartida de país que, teniendo como centro la dignidad e importancia de la persona humana, de todos y cada uno de sus habitantes».
«Las elecciones presidenciales constituyen un ejercicio pedagógico que permite enseñar y fortalecer valores democráticos. Ello requiere el respeto de todos, de sus ideas y posiciones, y derechos políticos; pero, ante todo, debería ser un espacio para motivar la participación activa del pueblo, verdadero sujeto de la sociedad que soñamos», expresaron.
La CEV también exhortó a llevar adelante un «serio, sincero y comprometido diálogo y negociación entre el gobierno y los diversos sectores de la vida nacional», para lo cual consideró necesario incorporar representantes de los diversos sectores, como la academia, los sindicatos, los gremios, y las fuerzas armadas.
«Sólo así se podrá alcanzar nuevos acuerdos que profundicen las líneas democráticas y pactos sociales que permitan un mejor desarrollo del país», insistieron.
Lamentan la crisis humanitaria y la migración
La CEV destacó en el país la persistencia de la crisis humanitaria «a pesar de los anuncios de crecimiento económico» y expresó que se puede comprobare «en el empobrecimiento de la población y en el crecimiento de la brecha entre los pocos que tienen mucho y los muchos que tienen poco».
«Nos duele e interpela constatar el sufrimiento del pueblo venezolano en materia de salud, educación, alimentación, bajos salarios, corrupción, etc. Todo esto constituye una flagrante violación de los derechos humanos, que desdeña su condición de ciudadanos e hijos de Dios».
Recalcaron que esta compleja y «desconcertante» realidad sigue obligando a muchos venezolanos persista la necesidad de emigrar a otros países en busca de mejores condiciones de vida, «porque consideran que en nuestro país no hay futuro».
«Lo más grave de esta situación es, que no hay interés de solución, a nivel institucional», concluyeron.