El #6D se elegirán 110 diputados más que en 2015, incluidos unos de carácter nacional, pero el aumento puede incidir tanto a favor del chavismo como de la oposición, dependiendo de si esta última decide jugar acertadamente, y de la propia población, que tendrá en sus manos la decisión final
José Luis Carrillo
Es un hecho: tras la aprobación de las normas especiales que regirán las elecciones del #6D, se estableció un incremento de 110 escaños en el número de representantes que se elegirán para el Parlamento 2021-2026.
A simple vista pinta como una estrategia por parte del gobierno de Nicolás Maduro para garantizar la mayoría del nuevo Poder Legislativo, pero esto también puede traerle consecuencias negativas, dependiendo de las alianzas que pueda lograr la representación opositora que acudirá a la contienda, pero sobre todo si los ciudadanos deciden participar.
Hace casi cinco años, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) le propinó una contundente derrota al madurismo y obtuvo 112 de las 167 curules. Dispuesto a evitar a toda costa que se repita la experiencia, el oficialismo busca la manera de asegurarse una mayoría, que si bien parece cantada porque la oposición mayoritaria agrupada en el G4 ha dicho que no participará en la justa comicial, no la puede ingresar aún en su contabilidad porque depende, en buena parte, del comportamiento de los electores.
El #GuachimánElectoral va a desentrañar, en dos entregas, la configuración de las circunscripciones, que aunque siguen siendo 87, como en la elección de 2015, tienen el plus de que el CNE forzó que los 110 nuevos diputados entren en el mismo espacio (territorial y electoral) que le correspondía a 167.
Aumento en el número de diputados por lista
En los 24 estados del país aumentó el número de diputados que se elegirán mediante las listas partidistas; no obstante, la mayor cantidad de adiciones ocurrió en Distrito Capital, que pasó de 2 a 5 parlamentarios; Anzoátegui, de 2 a 4; Aragua, de 2 a 5; Bolívar, de 2 a 4; Carabobo, de 3 a 6; Lara, de 2 a 5; Miranda, de 3 a 8; Táchira, de 2 a 4, y Zulia, de 3 a 10.
Así, mediante las listas, conocidas popularmente como “planchas”, la cantidad de diputados se elevó de 51 escogidos por el elector en 2015, a 96. Esto significa un alza de 45 escaños.
Cabe destacar que en las entidades en las que se sumó más de un diputado hay un factor constante: en todas, salvo Amazonas, ganó la opositora MUD con una diferencia siempre superior a los 10 puntos porcentuales. En Amazonas, la región que es la excepción de esta regla, los resultados fueron 49,81% para la MUD y 42,58% para el Psuv (partido oficialista), 7 puntos porcentuales.
Algunos analistas han comentado que los incrementos buscan “equilibrar” el número de diputados que se elegirán en las zonas menos densas demográficamente (donde el chavismo tiene actualmente su mayor fuerza) con el de las zonas con mayor cantidad de habitantes. Este escenario parece propicio en el caso del aumento en Amazonas y algunos circuitos de Delta Amacuro, pero los incrementos significativos en Distrito Capital, Carabobo y Miranda ponen en duda que el motivo sea realmente ese.
Incremento dentro de las circunscripciones
En cuanto al voto uninominal, el que se hace por nombre y apellido del candidato, tenemos que en 16 circunscripciones se cambió el número de diputados que se elegirán y aumentó en 1 la cantidad de escaños en disputa en cada una de ellas, salvo en el circuito único de Amazonas, donde se pasó de 1 a 3 diputados que deben elegirse. De esta forma, hay un total de 17 escaños adicionales con respecto a 2015.
En 14 de esos circuitos, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) obtuvo la victoria. El Psuv y sus aliados, por su parte, se alzaron con el triunfo en solo 2 circunscripciones: el circuito 2 de Cojedes y el 1 de Delta Amacuro.
En el Zulia, donde hubo cuatro adiciones, distribuidas en igual número de circunscripciones, los incrementos fueron en San Francisco, Lagunillas, Cabimas y Catatumbo, mientras los circuitos de la capital, Maracaibo, quedaron intactos. Puede notarse aquí otro dato a favor de quienes piensan en un intento para acercar las localidades menos pobladas a las de mayores centros urbanos, hipótesis que se fortalece al recordar que Amazonas pasó de dos a cinco diputados y su circuito único de uno a tres parlamentarios.
El contrapeso se puede notar en Carabobo, que sufrió cambios para sumar diputados en tres circunscripciones, uno en cada una, pero aunque dos son de zonas menos densas demográficamente, como los ejes Guacara-San Joaquín y Naguanagua-San Diego, la inclusión de Valencia también le resta solidez a la hipótesis.
En definitiva, las curules en disputa están allí a disposición de los electores. Lo que resta es ver el comportamiento de los actores políticos y la expresión definitiva de quien tiene la última palabra: el ciudadano.