A pesar de que fue menos concurrido y los ciudadanos manifestaron que el proceso fue rápido y sencillo, el segundo simulacro electoral contó con las mismas fallas y observaciones del anterior
Guachimán Electoral
Bajo el argumento de que «muchos ciudadanos se quedaron sin participar» y para que se «familiarizaran aun más con el sistema». Sin embargo, días antes Jorge Rodríguez, candidato a diputado y jefe del comando de campaña del Psuv, había hecho la solicitud.
Es la primera vez que en la historia electoral de Venezuela se lleven a cabo dos simulacros. Algo similar sucedió en las elecciones presidenciales del año 2012; el 5 de agosto de ese año se celebró un simulacro parcial en 55 centros comiciales, a modo de prueba del nuevo sistema de votación en aquel entonces; pero también incluyó la actividad a escala nacional el 2 de septiembre en 1.553 centros. Sin embargo, para esta ocasión, ambos simulacros de votación fueron plenamente de carácter nacional y con la particularidad de que uno de ellos se celebró en plena campaña electoral.
Este domingo 15 de noviembre se llevó a cabo la segunda jornada de actividades preelectorales, pero sin la «masividad» y concurrencia que supuso el primer evento.
«¿Quiénes son estos?»
Aunque los ciudadanos que fueron consultados acerca del proceso de este domingo manifestaron que pudieron participar en «menos de un minuto», también fueron recurrentes los electores que aseguraron «no conocer a los candidatos» que les aparecía en la pantalla de las máquinas electorales.
«No conozco a mis candidatos, pero yo sé que voy a votar por una tolda política, declaró a TalCual Jesús Arango, de 71 años, quien participó en los ejercicios.
«Yo sé por cuál partido voy a votar, pero de verdad, verdad, no sé quienes son, porque ni los conozco, pues. Eso sí, estoy aquí hoy, y digo que la gente debe hacer igual porque hay que salir todos. Si va un solo grupo a esas elecciones, nada más ganaría ese grupo. La idea es que todo el mundo vaya a votar y así medirnos correctamente», dijo Ana Díaz, en similar situación a la de Jesús Arango.
Los votantes a los que se le preguntó qué tan informados estaban sobre los candidatos a diputados desconocían quiénes eran y el contenido de sus propuestas, cuando la campaña electoral dio inicio el 3 de noviembre.
«Más distancia, por favor»
Lo que pasó en el simulacro de votación anterior también se repitió en esta ocasión: las garantías del CNE sobre el «cumplimiento a cabalidad» de los protocolos de prevención tampoco se dieron. Los reportes sobre las débiles medidas biosanitarias fueron habituales entre los ciudadanos y los observadores independientes del evento.
A la falta del debido distanciamiento de 1,5 metros entre elector y elector, también se sumaron elementos como el mal uso del tapabocas o personas que ni siquiera lo usaban, la no desinfección de las manos de la gente antes de pasar a la máquina de votación, el hacinamiento de los ciudadanos en espacios reducidos y cerrados, entre otros.
Asimismo, se visualizó también que miembros y trabajadores de las mesas electorales no disponían del equipo adecuado de protección y en muchas ocasiones se saltaron el paso de la desinfección de las personas que ingresaban al punto de votación.
En algunos de los centros de votación los funcionarios armados trataron de imponer orden y de vigilar el acato de las normas de bioseguridad para el debido ingreso. Pero también es cierto que se descuidó este aspecto en muchos de los centros electorales y la promesa del CNE quedó sin efecto.
Propaganda partidista, aprovechamiento y abusos
El Observatorio Electoral Venezolano (OEV) reseñó recientemente el ventajismo que caracterizó al simulacro de votación del pasado 25 de octubre en su valoración del evento, y esta vez tampoco fue la excepción.
Diversos puntos rojos cercanos a los colegios electorales, carteles de las diferentes organizaciones políticas, música con mensajes proselitistas, ropa alusiva a los partidos, entre otros, estuvieron presentes al igual que en el primer ejercicio convocado por el CNE.
El Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) fue el que más resaltó por su ventajismo en la jornada. Había carteles oficialistas dentro y fuera de los colegios de votación, el uso de transportes público del Estado para movilizar a sus militantes, la provisión de gasolina a los vehículos para asistir a votar, entre otros, fueron algunas de las prácticas que empleó el oficialismo, de acuerdo a los observadores.
El uso de las caja Clap, entregas de bolsas de alimentos para participar, movilizaciones forzadas y otras formas de coacción, por parte del chavismo, también fueron mencionadas. Otro aspecto de control ejercido fue el uso del Carnet de la Patria para registrar a los ciudadanos. Al respecto, la diputada Olivia Lozano, coordinadora del Observatorio Contra el Fraude Electoral, señaló que la gente fue forzada a participar.
“La participación en los simulacros convocados por el régimen ha sido mínima, pero además de ser mínima, ha sido obligada, movilizada”, indicó la legisladora.
«Rápido y sencillo»
Las personas que acudieron a la segunda convocatoria del CNE expresaron que la votación se puede realizar en «menos de un minuto» si solo se eligen candidatos de un mismo partido. No obstante, muchos aclararon las dificultades para llegar hasta los centros electorales debido a la escasez de transporte y de combustible.
De acuerdo a la afluencia de personas presente en la actividad, la participación durante este simulacro es menor, comparada con la realizada el 25 de octubre. Uno de los argumentos que explican la baja concurrencia, según representantes de las mesas electorales, se debe a que ya quienes tienen pensado participar habían asistido al primer ejercicio y que no sería necesario hacerlo nuevamente, pues ya se familiarizaron con las máquinas de votación y el nuevo sistema.
Con información de los aliados: TalCual, RunrunEs y El Pitazo.