Según Consultores 21, solo 40% de la población estaría dispuesta a participar de la consulta popular. La poca promoción del evento en medios tradicionales, que compartirá fechas con las elecciones parlamentarias, le juegan en contra a esta actividad promovida por buena parte de la oposición venezolana
TalCual / Luisa Quintero
Poco menos de 15 días faltan para la consulta popular, un evento impulsado por la Asamblea Nacional (AN) y parte de la oposición venezolana para rechazar las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, las cuales han tildado de “fraude” por anticipado. Bajo una plataforma multimodal y una fase presencial, se ofrece a la ciudadanía responder tres preguntas con modalidad de respuesta simple (sí o no) que autorizarían al parlamento y el gobierno interino solicitar mayor apoyo de la comunidad internacional para lograr un cambio político.
El 19 de noviembre, tras casi un mes de deliberaciones, el comité organizador de la consulta popular entregó la modificación de las preguntas que se realizarán en esa actividad. Y es que a principios de octubre, la AN había establecido mediante acuerdo parlamentario que eran dos preguntas, donde estaban contenidos temas como el uso de mecanismos de presión para lograr un cambio político, rechazo a las elecciones parlamentarias, atención de la crisis migratoria y la emergencia humanitaria, apoyo a presidenciales e incluso un emplazamiento a la comunidad internacional.
- ¿Apoya usted todos los mecanismos de presión nacional e internacional para que, en el marco de la Constitución, se realicen elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas y verificables, se ponga fin al régimen usurpador de Nicolás Maduro Moros, se salvaguarde al pueblo de Venezuela de la crisis humanitaria, la migración forzosa y los crímenes de lesa humanidad, y así se garanticen la paz, el bienestar y el progreso de los venezolanos?
- ¿Rechaza usted el evento convocado por la dictadura de Nicolás Maduro Moros para el 6D, o para cualquier otra fecha, mientras no existan condiciones para elecciones libres, justas y verificables, y solicita a la comunidad internacional el desconocimiento de sus resultados?
Ahora, la AN levantó la sanción a su anterior acuerdo para aprobar uno nuevo, donde se establecen los mismos temas, pero separando las peticiones para “exigir” el cese de la usurpación de la Presidencia por parte de Nicolás Maduro y la solicitud de apoyo a la comunidad internacional.
- ¿Exige usted el cese de la usurpación de la Presidencia de parte de Nicolás Maduro y convoca la realización de elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas y verificables?
- ¿Rechaza usted el evento del 6 de diciembre organizado por el régimen de Nicolás Maduro y solicita a la comunidad internacional su desconocimiento?
- ¿Ordena usted adelantar las gestiones necesarias ante la comunidad internacional para activar la cooperación, acompañamiento y asistencia que permitan rescatar nuestra democracia, atender la crisis humanitaria y proteger al pueblo de los crímenes de lesa humanidad?
El diputado Freddy Guevara (Voluntad Popular – Miranda) aseveró que el 6D convocan al pueblo “ a deslegitimar una ruta política que ya no acompañan”, en referencia a Maduro. Por ello se han planteado diversos hitos dentro de la consulta popular. “La tarea es clara: El 6D a dejar los centros vacíos y el 12 salir masivamente para rechazar el fraude”.
Y es que la consulta popular está organizada en dos partes: la primera parte será virtual y se realizará entre el 5 y 12 de diciembre, mientras que la fase presencial se hará el mismo 12 de diciembre. La parte virtual, que coincide con la fecha del “fraude”, la oposición ha hecho un claro llamado de abstenerse de ir a los centros electorales.
La fase presencial de la consulta contará con 7.079 puntos en todo país, y más de tres mil mesas; mientras que en la fase virtual se podrá utilizar una aplicación móvil a cargo de la empresa estadounidense Voatz, redes sociales (Facebook) o de mensajería (Whatsapp) para responder estas tres preguntas modificadas por el comité organizador.
Entre apoyo y desconocimiento a la consulta
La consulta popular, además del apoyo de la Asamblea Nacional, forma parte de una iniciativa del gobierno interino que preside Juan Guaidó y 37 partidos opositores para movilizar internamente a la población, además de solicitar apoyo a la comunidad internacional “y así lo reconocemos. Sí, necesitamos ayuda. Esta crisis es horrible pero tengamos algo claro, la ayuda internacional solo existirá si este pueblo se mantiene movilizado”, dice Freddy Guevara.
Pero hay voceros dentro de la misma oposición, como la dirigente de Vente Venezuela María Corina Machado, que consideran que una nueva consulta no es pertinente, debido a que hay un “mandato incumplido” de un proceso anterior, en referencia al plebiscito del 16 de julio de 2017, que igual contaba con tres preguntas.
“Hoy los venezolanos no caemos en más manipulaciones ni trampas. Ni farsas electoreras ni mecanismos que le den tiempo por consultas débiles (para) que permanezca o extienda a la tiranía en el poder”, ha dicho la dirigente de Vente públicamente.
Machado promueve como opción para lograr un cambio político que se realice una “operación de paz y estabilización”, para la cual ha solicitado a la AN en reiteradas oportunidades -a través de los parlamentarios que la respaldan- que se active el artículo 187, numeral 11, de la Constitución, con el que asegura se podría permitir a la comunidad internacional emprender esta acción.
Bajo este escenario, hay sectores de la ciudadanía que desconocen la existencia de una consulta popular, debido a la poca o nula promoción en medios tradicionales, o existe disconformidad con las preguntas. Yamelis González, una administradora caraqueña de 43 años, no sabe que existe una consulta organizada por la oposición para diciembre. “Si no me preguntas, ni me entero. He visto las protestas por la falta de luz, de agua, la gente está sufriendo en el interior, pero los políticos tampoco convocan”.
Por su parte Luis Zerimar sí participará en la consulta, pero consideraba que las preguntas como estaban redactadas hasta hace unos días eran poco comprensibles. “Mejor hacer una sola. ¿está de acuerdo que el desgobierno actual sea desplazado?”.
“Hay dificultad todavía porque hay desconocimiento de este proceso que está realizando la oposición (…) Solo en los medios digitales o redes sociales hay un poco de mayor información, pero es difícil calcular cuánta gente va a participar”, aseguró Cabrera.
Mientras, Juan Guaidó se mantiene de gira por localidades cercanas a Caracas para juramentar los comandos populares para dicha actividad. Estas instancias tienen la tarea de movilizar a su 1×10 (cada participante debe movilizar a otras diez personas), además de movilizarse durante la fase virtual para facilitar la votación de aquellas personas que no tengan acceso a Internet o algún dispositivo electrónico que acepte las plataformas.
Emilio Graterón, dirigente de VP e integrante del comando operativo nacional de la consulta, indicó además que esos comandos populares tendrán la tarea el 12 de diciembre, último día del evento, de movilizarse hasta los sitios donde estén ciudadanos que no puedan moverse a los centros de votación.
Esas personas tendrán cuadernos en blanco, menciona Graterón, donde “cada renglón emitirá un código que se introduce al sistema, es decir un código por voto, y luego los cuadernos se destruyen para evitar la divulgación de información privada”.
Efectividad cuestionada
Analistas sostienen que la efectividad de la consulta popular solo servirá si logran movilizar a una gran parte de la población, pero no pasará de ser un acto político para que la oposición convoque apoyo internacional.
El analista político y director de Datincorp, Jesús Seguías, aseguró que esto es solo un “acto político para activar a la gente”, y con el cual no se resolverán los problemas importantes de la población como la emergencia humanitaria. “Yo no le encuentro sentido, más que un acto político es como la convocatoria a una marcha contra el gobierno ¿Eso va a cambiar al gobierno? ¿Va a acabar con la realidad que vivimos?”.
A su juicio, una “alternativa real y viable” que se puede lograr en el país con ayuda de la comunidad internacional es la realización de un referéndum revocatorio. “Esta vía es más real que insistir en impulsar salidas insurreccionales que no van a ocurrir”.
Mientras que la politóloga Maryhen Jiménez afirmó que la efectividad de este evento dependerá de si se logra movilizar y organizar efectivamente a la población, aunque se plantea como objetivo a la comunidad internacional.
“La pregunta es si ese debe ser el énfasis del G4, dado que ya cuentan con el apoyo de la comunidad internacional, alrededor de 60 países, que ya han dicho en su mayoría que no van a reconocer las parlamentarias del 6D”, destacó.
También puntualizó que hay declaraciones donde se dice que este evento servirá para generar la presión necesaria y lograr una transición. “Eso significa que estás conectando de cierta forma esta consulta a una transición, si eso no ocurre, nuevamente no habrás cumplido con las expectativas que generaste en la población”.