En el 23 de Enero y Altagracia los simulacros movieron más gente que las parlamentarias

En centros de votación del centro de Caracas, las personas fueron a las urnas para garantizar que no les quitasen los beneficios otorgados por los consejos comunales, como cajas de los alimentos CLAP o abastecimiento del gas doméstico

María de los Ángeles Graterol / TalCual

Este 6 de diciembre se celebran las parlamentarias en Venezuela. Unas elecciones que además de ser inéditas por la pandemia, han estado marcadas por un sinfín de irregularidades, entre ellas la inhabilitación de partidos opositores y la poca promoción de la oferta electoral .

En la parroquia 23 de enero, en Catia, el bastión por excelencia del chavismo, aún a las 8:00 de la mañana había, como dicen coloquialmente, cinco pelagatos en los centros de votaciones que pudo recorrer TalCual.

En la escuela Amaya Pellico, una de las jefas de movilización de la Unidad de Batalla Hugo Chávez de la zona (UBCH) aseguró que, a dos horas de haber abierto sus puertas para los votantes- a las 6:00 am, 100 personas ya habían ejercido su derecho al sufragio, pero que la movilización de electores había sido poca. 

En la fila de espera para ingresar a ese centro electoral había, por decirlo coloquialmente, tres pelagatos. A la entrada del lugar aguadaban dos funcionarios de la Guardia Nacional y una señora que proporcionaba desinfectante a todo el que entraba.

También en la misma parroquia, que es parte del circuito 1, en el colegio Clemente, perteneciente a la comuna La Piedrita, integrantes de la UBCH de esa comunidad impidieron el paso del equipo de TalCual al lugar y alegaron que «aquí no aceptamos periodistas que no sean chavistas. No puedes pasar».

En otros dos centros del 23 de enero, en la Escuela Técnica Manuel Palacio Fajardo, donde votaba Hugo Chávez, se encontraba un grupo de seis personas que esperaba a que llegaran más de sus compañeros para ir a votar en cambote.

Camino hacia Caño Amarillo, pero aún dentro de la parroquia caraqueña que se ha caracterizado por ser devota de la «revolución», para las 9:00 de la mañana, en  uno de sus centros, el preescolar Joaquín Veroes, sólo habían votado 35 personas. Indira López, primera al mando en ese colegio, aseguró que algunas personas no habían ido a votar debido a que habían sido reubicadas en otro centros de votación de la zonas. No obstante, no descartó que en horas de la tarde más vecinos participaran en el proceso.

En Catedral y Altagracia votaron por necesidad

La señora Juana López, residente de la parroquia Altagracia, y votante en el colegio La Salle Tienda Honda, dijo que fue a votar porque si del consejo comunal al que pertenece no la veían participando, «cuando vayamos a llevar las bombonas para que nos las recarguen no nos van a dar nada».

En ese centro de votación había ocho máquinas de votación, pero estaba casi vacío. Las calles de los alrededores estaban cerradas y varios guardias custodiaban el sitio, al igual que lo hacían en la esquina Canónigas jefes de la junta comunal, pues estaban pasando lista para ver quién había votado y quién no.

También en el Colegio Universitario Francisco de Miranda, ubicado a dos cuadras de la sede del Banco Central de Venezuela, los electores eran pocos. La cantidad de personas que acudieron a ese centro en el segundo simulacro, que llenaban la calle en la que se encuentra  y la fila doblaba hacia otra esquina, en este evento electoral bajó considerablemente.

En aquel entonces había toldos de una UBCH de la Pastora en el que se monitoreaba a todos los vecinos de la zona, pero en esta oportunidad no había ni un alma a las afueras del sitio.

En el liceo Andrés Bello, uno de los centros de votación más grandes de Caracas y donde, según María Villegas, miembro de Somos Venezuela, están registradas cerca de dos millones de electores, fue en el que se observó mayor movilización de personas.

Villegas comentó que en ese instituto se vio participación masiva de los residentes de la zonas debido a que era el único centro de La Candelaria habilitado para los simulacros, y  que por eso, no había tanta gente como regularmente hay cuando se realizan estos comicios.

A la salida de ese centro había dos mujeres de Somos Venezuela, entre ellas la señora Villegas, anotando a señores de la tercera edad en una lista, diciéndoles que los que no estaban recibiendo la caja del Clap lo harían una vez les demostraran que sí habían votado, y que a los que ya tenían el beneficio, simplemente se les seguía garantizando su entrega.

En los nueve centros de votación a los que acudió TalCual  en cuatro parroquias de la capital, Catedral, 23 de Enero, Altagracia y La Candelaria, la afluencia de electores era baja. Varios de los voceros de los colegios y liceos visitados esperaban que en horas de la tarde hubiese mayor participación ciudadana.

Escrito por Roger Ruiz