La red de observación electoral hizo pública su evaluación acerca de las jornadas preelectorales y el cumplimiento de las «garantías sanitarias» ofrecidas por el Consejo Nacional Electoral de cara al evento comicial.
Roger Ruiz Herrera
El Observatorio Electoral Venezolano (OEV) publicó recientemente su informe sobre la observación realizada en los ejercicios preelectorales del 25 de octubre. Ese día el OEV desplegó un total de 351 observadores que monitorearon la jornada a escala nacional.
El documento hizo énfasis en fallas como la ausencia de carteles con información alusiva a los protocolos de bioseguridad, reforzar las medidas biosanitarias y el uso adecuado de los implementos de protección por parte de los trabajadores en los centros. Asimismo evaluó negativamente la presencia de material partidista del oficialismo dentro de los centros, el uso de los recursos públicos por el PSUV y la presencia de personal militar cercana a las mesas electorales, aclarando que el acto del sufragio es eminentemente civil.
Fallas en la bioseguridad
A pesar de que el CNE ha informado sobre la implementación de un «Plan Estratégico de Bioseguridad», que básicamente consiste en: 1,5 metros de distancia entre personas, uso obligatorio del tapabocas y desinfección de manos para poder usar la máquina de votación, según el OEV no hubo plena vigilancia de estas normas en los 381 centros de votación que fueron habilitados para el simulacro.
El informe destaca que el 34,2% de los observadores anunció que no se respetó el distanciamiento; 14% aseguró no haber visto límites para el acceso simultáneos de los participantes; 1 de cada 4 de los veedores independientes afirmó que los trabajadores de las mesas de votación utilizaran mascarillas o guantes; 27% advirtió sobre el uso incorrecto del tapabocas; 64% indicó que no se tomaba la temperatura a los participantes; a 66% de los observadores no le aplicaron desinfección de manos antes de utilizar la máquina captahuellas; a 78% tampoco se lo hicieron antes de pasar a la máquina de votación; y 4 de cada 10 observadores no apreciaron la desinfección y/o limpieza de los equipos de las superficies y objetos de uso común.
El documento de la OEV también señala que se habilitaron menos centros de votación que en simulacros anteriores, lo que aumentó las probabilidades de aglomeración en los ejercicios. También se resaltaron la ausencia de material informativo sobre las medidas de prevención en razón del COVID-19.
Lo mismo de siempre
La presencia de material de campaña y partidista fue notable en la jornada. De acuerdo a los datos del informe, 59% de los observadores consultados manifestó la presencia de propaganda oficialista en los centros; 9,1% aseguró la presencia de propaganda de la oposición; 1,1% expresó haber visto material de otros candidatos; 0,9% no pudo identificar; mientras que 38,5% no observó propaganda de ningún tipo.
En cuanto al uso de recursos públicos para movilizar electores, el 57% de los observadores confirmaron la realización de esta práctica que, en todos los eventos electorales, se vuelve recurrente.
El canciller Jorge Arreaza, a través de la invitación enviada a Naciones Unidas y a la Unión Europea el pasado mes de septiembre, enfatizó la no utilización de recursos del Estado como una de las «garantías electorales» prometidas por el régimen para que los organismos internacionales dieran su visto bueno al evento del #6D.
Uniformados presentes
Los observadores que asistieron al evento en los diferentes estados del país también hicieron mención a la identificación de agentes de seguridad en los centros electorales. En su mayoría, fueron vistos integrantes de la Milicia Bolivariana. Pero también había efectivos del Plan República, miembros de la Policía Nacional Bolivariana, policía regional y municipal, además de reconocer también a funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).
Explorando las máquinas
De las 351 evaluaciones del equipo desplegado por la OEV, 86% de los observadores no tuvo mayores inconvenientes durante su interacción con el sistema. Por otro lado, el 7% indicó que presentó demoras o interrupciones con las máquinas y los captahuellas. Algunas de las fallas reportadas pudieron solventarse y otras no.
Respecto a la impresión del comprobante de voto, 95% de los observadores del OEV verificaron la coincidencia entre el comprobante y el voto reflejado en la pantalla de la máquina. 4% de los observadores no pudo imprimir el papel y el 1% restante reportó que no hubo coincidencia entre lo reflejado en el sistema y el comprobante impreso.
«Aunque parezca un número bajo, el CNE debería intensificar sus esfuerzos para que el día de la elección esa cifra se aproxime a cero», indica, a modo de recomendación, el documento del OEV.
52% de las observaciones de los monitores también señala que los votantes parecían tener conocimiento, parcialmente, del sistema de votación. Mas aún, 39% de los consultados reveló que los votantes entendieron muy bien el proceso.
En general, la organización, la logística, la actuación del CNE y el desarrollo de la actividad contaron con la aprobación de más de la mitad del equipo de la OEV.
«El simulacro de votación del 25 de octubre de 2020, en general, se llevó a cabo sin inconvenientes y que las máquinas de votación, boletas en la pantalla y comprobantes arrojados por la máquina no presentaron, en su mayoría, mayores fallas. La organización y logística, así como la actuación del personal del CNE, fueron evaluados positivamente por la red de observadores», concluyó el informe de la organización.
Por primera vez en la historia electoral nacional se llevará a cabo un segundo simulacro. La actividad preelectoral, aprobada por el CNE, se realizará este domingo, 15 de noviembre. El evento ha sido criticado por diversos actores políticos, especialmente porque se hizo a petición del lado oficialista.