Previo al inicio de la campaña electoral, los postulados también llevaron suministros médicos al ambulatorio de Jusepín donde también entregaron mascarillas N95. Habitantes de esa parroquia en Maturín aseguran que en el centro asistencial dejó de funcionar el laboratorio por falta de reactivos
Jesymar Añez
Un mes antes de que se iniciara la campaña electoral, los candidatos del oficialismo en Monagas ya tenían actividades de ese tipo, como la del pasado 2 de octubre en la parroquia Jusepín de Maturín, donde entregaron una ambulancia reparada y un lote de suministros médicos en el ambulatorio tipo dos en el que además atendieron a pacientes con COVID-19.
El grupo de aspirantes a la Asamblea Nacional por el circuito uno estuvo acompañado por la gobernadora Yelitze Santaella, quien asiste a la mayoría de las actividades políticas de los abanderados de la alianza entre el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) y los Tupamaros.
Los candidatos también entregaron ocho sillas de ruedas, un nebulizador, un tensiómetro, guantes, lentes de seguridad, mascarillas N95, cinco aires acondicionados de 12.000 BTU, al igual que equipos para realizar el mantenimiento de las áreas verdes, publicó El Periódico de Monagas ese día.
En Jusepín, un poblado donde el gas natural se quema al igual que en Punta de Mata (Ezequiel Zamora), los habitantes cuestionaron la acción “al ser eventual y con una marcada intención política”, argumentó Luisa Carvajal, habitante de la zona, quien mencionó que el ambulatorio tenía al menos dos años sin suministros médicos y con la ambulancia dañada.
“Este es un centro asistencial donde aún se pasan consultas y la gente que llega con una dolencia tiene que llevar hasta el algodón, el laboratorio cerró por falta de reactivos y el servicio de odontología también cerró hace tiempo. La entrega de medicamentos tiene que ser constante y no en campaña política”, agregó. Carvajal.
Margarita Rivas, otra vecina, mencionó que aún con la entrega realizada por los candidatos y la gobernadora el ambulatorio no funciona al 100% porque falta personal asistencial, eso hace que solo se atiendan algunas emergencias y solo se inmunicen a los niños. “Esa misma situación de precariedad ha hecho que los habitantes paguemos consultas privadas para atendernos. Aquí los médicos optaron por atender desde sus casas”, mencionó.